En un hito de la ingeniería portuaria, este viernes se ha puesto en marcha el operativo de traslado del dique flotante desde el puerto de Alicante para ser instalado en Port Nàutic Ibiza, tal como estaba previsto, para reforzar la protección de la dársena de embarcaciones menores.
Tras una semana de papeleos, trámites y permisos con la Capitanía Marítima, finalmente han dado luz verde para iniciar las maniobras para su traslado marítimo.
Según ha confirmado Puertos y Litorales Sostenibles, S.L., titular de una Autorización de Ocupación Temporal de las históricas instalaciones que había venido ocupando el Club Náutico de Ibiza en el que será instalado el dique, la operación se ha iniciado con la inundación controlada de la fosa de ejecución, un procedimiento que permite remolcar la estructura monolítica.
Se estima que el traslado demorará unas 36 horas, condicionada por las circunstancias meteorológicas y marítimas.

El traslado del dique flotante desde la península constituye una operación logística y náutica de alta precisión, en la que intervienen remolcadores especializados, sistemas de fondeo preinstalados y vigilancia técnica permanente.
Una vez en Ibiza, el dique será fondeado mediante anclajes específicos adaptados al calado disponible en la dársena de embarcaciones menores. Esta técnica de construcción en la península y posterior traslado ha evitado una ocupación excesiva de las explanadas del puerto comercial, lo que, según la Autoridad Portuaria de Baleares, habría afectado a la operatividad habitual del puerto.
Desde PyLS han adelantado que la instalación final se realizará el domingo a partir de las 7 de la mañana, que coincide con la propuesta de la Autoridad Portuaria de Baleares, cuando se produce una ventana de oportunidad para entrar la estructura al puerto.
Un hecho histórico
El dique flotante tiene 145 metros de eslora, 8 metros de manga, 2,7 metros de puntal y 2.300 toneladas.
Este proyecto representa un hito en la ingeniería portuaria moderna, tanto por su complejidad técnica como por la incorporación de tecnologías pioneras destinadas a mejorar la protección y funcionalidad de la dársena para embarcaciones menores del puerto de Ibiza, conocido como Port Nàutic.
La obra es resultado de un proceso de diseño, fabricación y validación que ha requerido innovación constante y una adaptación rigurosa a los condicionantes locales.

Se trata, en palabras de su promotor, de un “prodigio de la ingeniería portuaria moderna”, en la que cada decisión técnica ha sido guiada por los principios de eficiencia energética, bajo impacto ambiental y servicio público portuario de calidad”.
Características técnicas: precisión y sostenibilidad
El dique se ha construido como una estructura monolítica de hormigón de alta densidad, dentro de una fosa estanca excavada en zona portuaria. Este proceso responde a los estándares de obra civil de gran envergadura, con sistemas de impermeabilización, drenaje, armaduras y control estructural de última generación.
Entre sus elementos más innovadores destacan los compartimentos interiores para lastres ajustables, que permiten modificar el calado operativo según las necesidades del puerto, así como los dispositivos de amortiguación del oleaje, diseñados para reducir las oscilaciones provocadas por ferris y embarcaciones de recreo.