La mañana del 4 de junio de 2024, Ibiza se detuvo durante unos minutos. Una columna de humo negro se elevaba desde el polígono de Can Frígoles y podía verse desde puntos tan distantes como Sant Antoni o incluso Formentera. En el epicentro de aquella imagen devastadora ardía Citubo, una de las tiendas más emblemáticas de la isla.
El incendio no fue solo una tragedia comercial. Supuso un golpe emocional para cientos de familias ibicencas. Porque Citubo no era únicamente una tienda de menaje y decoración: era donde se compró la vajilla de una comunión, el mantel navideño de cada año o la lámpara que iluminó sobremesas familiares. El fuego arrasó con todo eso en cuestión de horas.
Pérdidas millonarias y la promesa de volver
Tras el incendio, su propietario Toni Palau explicó que el hecho causó pérdidas cercanas a 15 millones de euros entre mercancía y estructura. Las autoridades, como el presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, se desplazaron hasta el lugar y reclamaron agilizar los trámites para permitir una reconstrucción rápida.
Ver esta publicación en Instagram
En medio del desastre, la familia Palau emitió un mensaje lleno de humanidad en redes sociales: “Ayer fue el día más oscuro de nuestra historia, pero seguimos teniendo fe y esperanza en que esto no sea un adiós, sino un hasta pronto”.
Una herida visible en el paisaje industrial de la isla
Durante días, los restos humeantes de la nave destruida permanecieron como una cicatriz visible. El techo colapsado, la estructura inutilizable y el riesgo de derrumbe marcaron la escena que aún es visible al día de hoy, cuando uno circula por la carretera. Casi 50 personas se quedaron sin empleo de la noche a la mañana.
A pesar del silencio que siguió, algo se mantuvo firme: la voluntad de no rendirse. La familia continuó trabajando porque Citubo debía volver. Tal vez no lo haría como antes, lo haría transformado y adaptado a una nueva etapa de la empresa; pero volvería.

Un nuevo espacio, una nueva etapa
A mediados de mayo de este año, casi un año después del incendio, Citubo reabrió sus puertas en Carrer Músic Fermí Marí, 10 bajos, en pleno centro de Ibiza. Pero lo hizo con un giro radical: dejaba atrás la tienda de hogar y jardín, y nacía Citubo Hostelería, enfocada al público profesional.
La nueva propuesta gira en torno al equipamiento para hostelería: menaje especializado, mobiliario técnico, textiles, maquinaria y asesoramiento para bares, hoteles, cafeterías y restaurantes. El espacio funciona como un showroom de inspiración para quienes crean experiencias en el sector, manteniendo por sobre todo, una filosofía de atención que se mantiene intacta.
Más técnica, más enfocada, igual de humana
Citubo ya no es lo que fue. Pero eso no es una pérdida, sino una evolución. El nuevo local es más contenido, más profesional, más enfocado. Pero también más simbólico. Porque es la respuesta a una caída brutal. Una reconstrucción hecha sin alharaca, desde el trabajo.
No hubo inauguración oficial ni ruedas de prensa. Solo una publicación sobria: “Nueva exposición de hostelería. Os esperamos”. El resto, lo hace el boca a boca. Desde La Voz de Ibiza se intentó entrevistar a Toni Palau, propietario de Citubo, para conocer de primera mano cómo fue el proceso de reconstrucción. La familia, sin embargo, prefirió mantenerse en su línea de discreción y declinó participar por el momento.

Volver para seguir
“Hay cosas que el fuego no podrá quemar jamás: la gran familia que formábamos, los recuerdos, las risas y las amistades creadas entre nosotros.” Ese fue uno de los fragmentos más compartidos del mensaje emitido tras la tragedia.
Hoy esa esencia se traduce en hechos. Citubo eligió el silencio para llorar, y el trabajo para levantarse. No capitalizó su desgracia, pero tampoco la negó. Y logró volver sin hacer ruido pero con toda dignidad.
Una tienda, una isla
Ibiza cambia cada día, pero hay nombres que persisten. Y cuando vuelven tras haberlo perdido todo, se convierten en algo más que una marca: son un símbolo de la isla.
Citubo no es el mismo. Y eso, en realidad, es lo más valioso. Porque volver igual que antes es reconstrucción, pero volver transformado es resistir y renacer.