La llegada continua de pateras a las costas de Ibiza y Formentera se ha convertido en un problema creciente, con decenas de embarcaciones acumulándose cada mes, lo que ha colapsado los espacios de almacenamiento y planteado serios desafíos ambientales.
Ante esta situación, el Gobierno central ha iniciado un proceso de licitación para contratar a una empresa que se encargue del desguace y la eliminación de estas embarcaciones, con el objetivo de mitigar su impacto y evitar una mayor saturación en las instalaciones insulares.
Operación ambiental: el plan de eliminación de embarcaciones
En el puerto de Ibiza y la planta de residuos de Cap de Barbaria en Formentera se almacenan actualmente unas 67 pateras, cada una con un peso promedio de 350 kg.
El proyecto de desguace no solo busca liberar estos espacios, sino que también garantiza el cumplimiento de estrictas normativas ambientales. La empresa que obtenga el contrato recibirá un pago de 1,49 euros por kilo en Ibiza y 2,97 euros por kilo en Formentera, estimándose un coste total de 65.617 euros.
Una de las exigencias clave del proceso es el tratamiento de los motores de estas embarcaciones, cuya venta queda totalmente prohibida en su estado completo. En cambio, deberán ser desmontados pieza por pieza, impidiendo su reutilización para evitar que puedan volver al mar.
Una intervención necesaria para proteger las costas
La Dirección Insular de la Administración General del Estado en Ibiza y Formentera, responsable del proyecto, ha subrayado la importancia de esta operación como una medida de «responsabilidad medioambiental».
En un contexto en el que las llegadas de pateras han aumentado y las islas han visto una acumulación sin precedentes, esta intervención busca restaurar el equilibrio en las zonas afectadas y evitar un mayor deterioro de las infraestructuras locales y el entorno natural.
Con el creciente flujo migratorio hacia las costas baleares y la continua presión en las infraestructuras de las Pitiusas, el proyecto pretende ofrecer una solución sostenible y a largo plazo para la gestión de las pateras, asegurando que el impacto ambiental se mantenga bajo control y que las costas puedan seguir siendo un espacio seguro y limpio para residentes y visitantes.