El Govern ha destinado 2,96 millones a las actuaciones de emergencia ejecutadas tras las inundaciones en Ibiza. Según ha informado la Conselleria del Mar y del Ciclo del Agua, el conseller del ramo, Juan Manuel Lafuente, ha presentado en Ibiza el balance de las actuaciones de emergencia realizadas en la isla tras las inundaciones registradas entre el 30 de septiembre y el 16 de octubre de 2025.
El total de 2,9 millones de euros se estructura en dos grandes bloques. Por un lado, 1,7 millones de euros destinados a la recuperación de los cauces afectados y, por otro, 1,1 millones de euros para restablecer el funcionamiento del sistema de saneamiento, depuración y abastecimiento, gravemente afectado por la dana.
El conseller Lafuente ha explicado que el objetivo de todas las actuaciones ha sido «restablecer en el menor tiempo posible la seguridad hidráulica, la capacidad de drenaje y el funcionamiento de las infraestructuras esenciales de la isla» y ha añadido que «la coordinación entre Govern, Consell y ayuntamientos ha sido fundamental para intervenir con rapidez en todos los puntos dañados».
Reparación de cauces
Las actuaciones desarrolladas por la Dirección General de Recursos Hídricos se han centrado en devolver a los torrentes de Ibiza y Sant Josep su capacidad de desagüe y en reparar los daños provocados por la acumulación de sedimentos, el desplazamiento de muros y el arrastre de materiales.
En el municipio de Ibiza, uno de los puntos más críticos ha sido el torrente de sa Llavanera. En su zona central, la riada arrastró un gran volumen de residuos que se concentraron en la desembocadura situada en la avenida 8 de Agosto.
La UME realizó una primera intervención de urgencia, pero fue necesario completar la demolición de la cubierta existente para permitir la limpieza completa del cauce y reconstruir el muro afectado por el impacto de un tubo de gran tamaño que había quedado incrustado en la estructura.
En el ramal este del mismo torrente se demolió la rampa del edificio Brisol, cuya presencia reducía de manera significativa el desagüe y fue uno de los factores que contribuyeron al desbordamiento. La intervención ha incluido la construcción de una pasarela peatonal para mantener la conectividad y la reparación de soleras y pavimentos dañados.
También en Ibiza se ha actuado sobre el acceso a la antigua depuradora, donde la acumulación de acarreos dejó inutilizado el paso y redujo la sección del cauce. Se ha nivelado el fondo, reforzado los muros laterales y previsto un cierre hidráulico que permitirá el acceso de mantenimiento.
Otro punto afectado fue el torrente d’en Capità, tanto en el tramo des Prat de Vila como en el polígono de Can Bufí. En ambos casos se han completado trabajos de limpieza, retirada de materiales, reparación de elementos dañados y acondicionamiento de las conexiones con los desagües que vierten al puerto, con especial atención al funcionamiento de las ‘feixes’ del Prat de Vila, donde la acumulación de sedimentos había alterado los canales históricos.
En la obra de fábrica del torrente de ses Vinyes, bajo la carretera EI-300, la riada dejó grandes acarreos que redujeron la sección de la infraestructura. La UME despejó la entrada, pero fue necesario completar la retirada del material acumulado en el interior para garantizar el desagüe adecuado.
En Sant Josep, los trabajos se han centrado en la calle Begònies de Playa d’en Bossa. La intensa acumulación de agua dejó inutilizada la salida pluvial, por lo que se reconstruyó la desembocadura, se instaló un arenero que facilitó el mantenimiento y se repusieron los pavimentos afectados. Además, se actuó en el torrente de Es Jondal para retirar un árbol de gran porte que obstruía el cauce.
Lafuente ha destacado que estas intervenciones «permiten recuperar la capacidad hidráulica de todos los puntos afectados y reducen el riesgo ante nuevos episodios de lluvias intensas», subrayando que «los trabajos han sido complejos por la variedad de daños y por el amplio número de tramos afectados».
Un millón para saneamiento
Según han añadido, Abaqua ha ejecutado actuaciones muy extensas para recuperar la operatividad de todas las instalaciones de saneamiento y depuración del municipio de Ibiza, que sufrieron daños directos por la entrada de agua y de sedimentos.
El punto más afectado fue el bombeo del Puerto. La inundación de las salas eléctricas desactivó por completo las bombas de residuales y pluviales.
Para poder mantener el sistema en funcionamiento se instaló un grupo electrógeno provisional, se montaron nuevos cuadros de control, se repusieron transformadores, se renovaron variadores de frecuencia y se sustituyeron sensores y equipos electrónicos dañados. La acumulación de sedimentos obligó a intervenir manualmente en los pozos y a retirar grandes volúmenes de material.
Los bombeos del colector Cero, Jesús y Talamanca también quedaron inutilizados en distintos grados. En estos puntos se realizaron tareas de retirada de arenas, reparación de bombas, limpieza de cámaras y reposición de equipos dañados por la entrada de agua.
En la depuradora de Ibiza se actuó sobre los sistemas de recirculación, los equipos de deshidratación y los caudalímetros afectados por la riada.
El gerente de Abaqua, Emeterio Moles, ha explicado que «el sistema de saneamiento de Vila sufrió daños muy importantes en cuestión de horas, y ha sido necesario actuar de forma simultánea en numerosos puntos para garantizar el funcionamiento básico de la red». Moles ha destacado que «la coordinación entre administraciones y el trabajo del personal técnico han sido decisivos para evitar problemas mayores».
La dana también dañó uno de los elementos estratégicos del abastecimiento en alta. El caudal del río de Santa Eulària desplazó unos 25 metros de la conducción del ramal Este, arrancando parte de la protección de hormigón y dejando la tubería suspendida en varios puntos.
La reparación exigió abrir un nuevo acceso para maquinaria a través de bancales agrícolas, retirar los tramos dañados, reconstruir el lecho erosionado con hormigón y pedraplén y montar nuevos tramos de tubería de fundición dúctil con anclajes reforzados. Durante los días más críticos fue necesario realizar maniobras extraordinarias de suministro desde las desaladoras de Sant Antoni e Ibiza para compensar el déficit generado por la avería.













