Javier Ureña, director general de IB Salut, ha confirmado que no le «constan más reclamaciones: solo las de Koldo” por lo que el Govern se comió las miles de mascarillas defectuosas compradas a proveedores chinos antes de recurrir a la ‘trama Koldo’ y no las reclamó. Quedarán así como un gasto oneroso y sin haber cumplido ninguna función para el personal sanitario.
Las mascarillas del caso Koldo no fueron las únicas defectuosas compradas por el IB Salut en el momento más crítico de la pandemia y tras la reconstrucción de los hechos y de las denuncias presentadas por los sanitarios, La Voz de Ibiza ha podido constatar que llegaron a Baleares al menos cinco partidas de material defectuoso en pleno confinamiento.
Además de las compradas a la empresa vinculada con el asesor del entonces ministro de Transportes y secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, y de las compradas a través de un histórico abogado socialista de Palma y que generaron una fuerte controversia en 2020, el hospital de Can Misses distribuyó, al menos, tres lotes de material de tan baja calidad que, a pesar de las restricciones de material, tuvo que ser retirado.
Carlos Herrera, de la Cadena Cope, informó a principios de esta semana de que dichas mascarillas pertenecían al caso Koldo. Sin embargo, la cronología de los hechos, la versión oficial del Govern que asegura que las mascarillas de caso Koldo no fueron repartidas y la versión de los sindicatos consultados por La Voz de Ibiza contradicen esta información.
Semanas antes de que el Govern contratara el material fake suministrado por la trama Koldo, el 24 de abril de 2020, el material sanitario sin garantías circulaba sin ningún control por el hospital de Can Misses. Llegó a Baleares y fue repartido sin que nadie certificara su calidad.
Polémica por las reclamaciones en el caso Koldo
En este contexto, el Govern balear ha desistido de la primera reclamación a Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL, la empresa investigada en el caso Koldo, para iniciar un nuevo procedimiento para restituir a la Comunidad Autónoma el monto total del contrato, 3,7 millones de euros.
Así lo ha anunciado el director general del IbSalut, Javier Ureña, en una rueda de prensa acompañado del vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Antoni Costa. La primera reclamación cifraba el importe en 2,6 millones por la diferencia de precio entre una mascarilla FFP2 y una quirúrgica.
El nuevo expediente, que ya se ha notificado a la mercantil, supone un cambio de estrategia al sostener la nulidad total del contrato desde su origen. Por su parte, Costa ha informado de que el Ministerio de Hacienda ya ha aceptado la descertificación de gasto europeo de este contrato, y que ya se ha comunicado a Bruselas.