José Luis Ábalos, exministro de Transportes y actualmente diputado del Grupo Mixto, acumula ya varias noches en la prisión de Soto del Real, donde permanece en prisión provisional sin fianza por orden del Tribunal Supremo. El magistrado instructor consideró que existía un riesgo “extremo” de fuga en la investigación sobre las supuestas comisiones irregulares vinculadas a contratos de mascarillas durante la pandemia.
Mientras su situación judicial avanza, el entorno del exministro ha comenzado a expresar públicamente su malestar. La declaración más contundente ha llegado de su hijo mayor, Víctor Ábalos, quien en entrevistas a El Mundo y Vozpópuli ha responsabilizado directamente a la dirección del PSOE del “derrumbe político” de su padre.
La teoría de la “operación Navalcarnero” y las acusaciones contra el PSOE
El hijo del exministro sostiene que la caída de Ábalos no se explica únicamente por el caso de las mascarillas, sino por tensiones internas que (según su testimonio) se remontan a 2020. Ese episodio, al que denomina “operación Navalcarnero”, habría sido detonante de un deterioro en la relación entre su padre y varios dirigentes del partido.
Según su versión, la exesposa del exministro habría entregado supuesta información comprometedora a dos figuras clave del PSOE en aquel momento: Adriana Lastra y Maritcha Ruiz Mateos. Para Víctor Ábalos, ese hecho generó recelos y “deshumanización” dentro del núcleo socialista, y terminó desembocando en la salida de su padre del Gobierno.
El hijo del exministro también señala directamente al presidente Pedro Sánchez, a quien atribuye la decisión final de apartarlo. Asegura que José Luis Ábalos estaba previsto como ministro de Defensa en la remodelación del Ejecutivo, y que la actual titular del departamento, Margarita Robles, habría conocido esa posibilidad antes del cese.
En sus declaraciones, rechaza además que él o su padre tuvieran cuentas en el extranjero o hubieran recibido comisiones, y niega ser un testaferro, pese a que la UCO lo menciona en el sumario.
La causa judicial avanza: Anticorrupción pide 24 años de prisión para Ábalos
El proceso penal sigue su curso mientras crece la polémica política: la Fiscalía Anticorrupción solicita 24 años de cárcel para José Luis Ábalos por delitos de organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación, en relación con los contratos de emergencia adjudicados en 2020.
La acusación también apunta a su antiguo asesor, Koldo García, y al empresario Víctor de Aldama, a quienes considera parte del entramado que habría obtenido beneficios irregulares durante la pandemia.
Dentro de este contexto, Víctor Ábalos lanzó una acusación especialmente llamativa: afirma que el exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ofreció a su padre un “cheque en blanco” cuando estalló el caso. Este supuesto ofrecimiento incluiría asumir los gastos legales, facilitar su entrada en la consultora Acento y asegurar presencia mediática en tertulias televisivas.
Además, vincula a Cerdán con la empresa Servinabar, adjudicataria de contratos públicos, y sostiene que el dirigente cayó internamente debido a grabaciones realizadas por Koldo García.
Respuesta del PSOE: “Falsedades” y un intento de “chantaje”
Las acusaciones del hijo del exministro han provocado una respuesta inmediata desde la sede del PSOE. La portavoz del partido, Montse Mínguez, rechazó tajantemente sus declaraciones, calificándolas como “falsedades” y afirmando que el partido “no va a permitir ningún tipo de chantaje”.
Mínguez recordó que Ábalos está fuera del Grupo Socialista desde hace casi dos años y aseguró que el partido actuó “con firmeza” cuando surgieron indicios en su contra. Subrayó que “es el tiempo de la Justicia” y reivindicó la supuesta política de tolerancia cero del PSOE con los casos de corrupción.
La portavoz criticó además que el Partido Popular haya vuelto a citar a Santos Cerdán en la comisión parlamentaria sobre los contratos de mascarillas, comparando esa maniobra con citaciones pasadas que coincidieron con eventos institucionales clave.
