El incendio forestal declarado en Aliseda (Cáceres), que ha calcinado ya más de 4.000 hectáreas, fue provocado de forma intencionada por intereses económicos relacionados con la caza, según confirmó este lunes el consejero de Presidencia e Interior de la Junta de Extremadura, Abel Bautista. La declaración confirma las sospechas iniciales de un fuego no accidental y añade un nuevo episodio a la creciente preocupación sobre los incendios provocados con fines lucrativos en zonas rurales.
El consejero extremeño fue contundente al calificar al presunto autor como un “desalmado y delincuente” y detalló que ya se ha identificado la parcela concreta, los dos puntos de inicio del fuego y las horas exactas en que se iniciaron las llamas. No obstante, pidió prudencia a la hora de difundir más detalles, apelando a la labor de la Guardia Civil y la Delegación del Gobierno en Extremadura, quienes deben actuar “con tranquilidad y respaldo institucional” para evitar que el sospechoso eluda la acción de la justicia.
El daño que provocó el incendio en Cáceres
El fuego ha provocado un impacto devastador no solo en el medio ambiente, sino también en el sector cinegético, cuya actividad se ha visto suspendida de forma inmediata y, con toda probabilidad, se verá paralizada durante los próximos dos años hasta que la zona afectada se recupere.
Bautista reconoció el “grave perjuicio económico” que esta situación supondrá para empresas y particulares del entorno que dependen de la caza regulada, pero insistió en que ningún beneficio puede justificar un acto de tal magnitud. “Hay que ser absolutamente desalmado para meter un cerillazo y provocar dos incendios distintos en una parcela por una cuestión de intereses cinegéticos”, lamentó el consejero.

La magnitud del problema se ve acentuada por el hecho de que, según la Junta, se han llegado a registrar hasta 19 incendios simultáneos en Extremadura en los últimos días, lo que complica la capacidad operativa de los servicios de extinción y genera alarma entre la población.
Evacuaciones y amenaza a espacios naturales protegidos por el incendio en Cáceres
Aunque el incendio ya se encuentra bajo control, la situación sigue siendo delicada, con riesgo de reactivación si cambian las condiciones meteorológicas. Durante el fin de semana, las llamas obligaron a evacuar la urbanización Cuartos del Baño y una cuarentena de viviendas aisladas próximas a la N-523.
El fuego llegó a acercarse peligrosamente al monumento natural de Los Barruecos y al casco urbano de Malpartida de Cáceres, una circunstancia que generó gran preocupación en la población local. Según el alcalde de la localidad, Alfredo Aguilera, fue un cambio en el viento del norte lo que dirigió las llamas hacia la carretera de Badajoz, poniendo en riesgo zonas habitadas.
Críticas y peticiones desde los colectivos ecologistas
Desde Ecologistas en Acción, la reacción no se ha hecho esperar. La organización ha exigido a la Junta de Extremadura que suspenda la actividad cinegética en los terrenos afectados durante al menos un año, así como la implementación de medidas excepcionales para garantizar la supervivencia de la fauna salvaje.
Además, el colectivo ecologista ha solicitado que se prohíba la caza en media veda mientras permanezcan activas alertas meteorológicas por calor o riesgo de incendio, un factor que incrementa notablemente las posibilidades de que se repitan incidentes similares.

Apoyo de comunidades vecinas y crítica al Gobierno central
En las tareas de extinción han participado numerosos efectivos, incluyendo brigadas de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y medios aéreos enviados desde otras comunidades autónomas, como Cataluña. El consejero Bautista agradeció expresamente esta solidaridad: “Si el Gobierno de España no puede aportarlo, al menos lo hacen las comunidades, y eso es de agradecer”.
Este comentario, que también puede leerse como una crítica velada a la falta de apoyo del Ejecutivo central, refuerza la idea de que la lucha contra los incendios requiere una mayor coordinación interterritorial y dotación de recursos.