Aunque muchas personas asocian la mejor vida nocturna del mundo a destinos como Ibiza, Nueva York, Berlín o París, lo cierto es que ninguna de estas ciudades toma el primer puesto en un ranking internacional. La sorpresa la da Barcelona, que según un estudio de la plataforma JB se ha convertido en la gran capital global del ocio nocturno gracias a su variedad de locales, horarios amplios y un ambiente vibrante que conquista tanto a turistas como a residentes.
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El informe sitúa a la capital catalana como número uno por su elevada concentración de bares —más de 300 por cada 100 kilómetros cuadrados—, el precio accesible de las consumiciones y locales que pueden mantenerse abiertos hasta las seis de la mañana. Además de Barcelona, el top 10 lo completan París, Praga, Tokio, Budapest o Tiflis, cinco de ellas ciudades europeas con una sólida tradición de entretenimiento nocturno.
La seguridad es otro elemento clave del estudio. Los datos revelan que cuatro de cada diez turistas salen a beber cuando viajan y que el ocio nocturno supone cerca del 15 % del presupuesto total de unas vacaciones. Otro análisis realizado en Reino Unido apunta que los adultos gastan de media 3.776 libras al año en pubs, bares y discotecas, aunque la asistencia a clubes tradicionales ha ido perdiendo fuerza entre los más jóvenes.
Una de las grandes sorpresas del ranking es Ereván, la capital de Armenia, que aparece en el séptimo lugar. Su ambiente emergente, la popular “Calle del Vino”, los bares situados en azoteas y el precio asequible de las bebidas la han situado por delante de destinos consolidados como Bangkok o Tiflis, convirtiéndola en una opción en auge para quienes buscan experiencias nocturnas diferentes.
Mientras tanto, la propia Barcelona continúa diversificando su oferta con el auge de los tardeos, encuentros vespertinos que combinan música, tapas y copas al aire libre. Esta tendencia, cada vez más popular entre locales y visitantes, se suma a la potente vida nocturna de la ciudad y amplía el abanico de propuestas para disfrutar del ocio urbano, más allá de la madrugada.













