TURISMO

El plan del Govern para convertir viejos hoteles en zonas verdes, colegios o viviendas públicas

El Ejecutivo balear ayudará a financiar la compra y demolición de establecimientos obsoletos en áreas saturadas del litoral. El conseller de Turismo explicó que se elegirán seis o siete proyectos y que ya hay entidades locales que han motrado interés.

El conseller de Turismo, Cultura y Deporte, Jaume Bauzà, y el director general de Turismo, Josep Aloy, en rueda de prensa.
El conseller de Turismo, Cultura y Deporte, Jaume Bauzà, y el director general de Turismo, Josep Aloy, en rueda de prensa.

El Govern balear convertirá el dinero del turismo en palanca para desmontar parte de su legado más problemático. La Conselleria de Turismo ha anunciado que destinará 15 millones de euros procedentes del impuesto de turismo sostenible (ITS) a la compra y demolición de antiguos hoteles, apartamentos y locales turísticos en desuso, con el objetivo de liberar suelo y dar paso a zonas verdes, centros educativos o viviendas protegidas.

La iniciativa, que será aprobada este viernes en el Consell de Govern, permitirá a los ayuntamientos optar a una línea de ayudas para adquirir inmuebles que arrastran años de abandono o saturación, y derribarlos para impulsar un nuevo modelo de desarrollo más sostenible y social.

«Hay zonas que ya no pueden respirar. Necesitan Goma-2», dijo gráficamente el director general de Turismo, Josep Aloy, en alusión al tipo de explosivo usado en demoliciones.

Cuántos proyectos se financiarán y qué pasa con Sant Antoni

El conseller de Turismo, Jaume Bauzà, explicó que el programa permitirá financiar entre seis y siete proyectos, especialmente aquellos que se quedaron fuera de la anterior convocatoria europea de 2023. En aquella ocasión, uno de los beneficiados fue el municipio de Sant Antoni de Portmany, donde ya se ha derribado un establecimiento obsoleto.

Los otros tres proyectos aprobados el año pasado están aún pendientes de demolición y se localizan en Calvià y Manacor. Ahora, con financiación autonómica propia, el Govern quiere dar continuidad a la estrategia y consolidarla como una línea anual de regeneración urbana.

Qué tipo de edificios podrán derribarse

Las ayudas cubrirán el 100 % del coste de adquisición y demolición de los inmuebles, y estarán abiertas a cualquier consistorio que proponga proyectos con un presupuesto mínimo de 500.000 euros. No habrá un número máximo de solicitudes por municipio, y el proceso se articulará por concurrencia competitiva.

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El objetivo es actuar sobre establecimientos claramente obsoletos: hoteles, apartamentos turísticos, restaurantes y locales de ocio que hayan quedado fuera del mercado, generen impactos negativos o limiten la recuperación del espacio público.

Los ayuntamientos dispondrán de cuatro meses para presentar sus propuestas una vez la convocatoria se publique en el BOIB. Tras la adjudicación, tendrán un plazo de tres años para ejecutar las operaciones de compra y demolición.

Qué usos tendrán los solares liberados

La intención del Ejecutivo es clara: esponjar las zonas urbanas más saturadas del litoral, recuperar suelo para uso público y reducir la carga de plazas turísticas en áreas críticas. Los espacios resultantes podrán acoger zonas verdes, centros de salud, escuelas, equipamientos sociales o incluso corredores verdes y medidas de adaptación al cambio climático.

Además, el Govern quiere fomentar con este plan la renaturalización del litoral, aliviar la presión sobre infraestructuras y recursos hídricos, y dar respuesta a demandas vecinales históricas en municipios donde el urbanismo turístico se impuso durante décadas.

Un cambio de enfoque tras décadas de expansión turística

Aloy enmarcó esta medida dentro del decreto de contención turística aprobado recientemente por el Ejecutivo autonómico, que establece nuevas reglas para la reconversión de zonas maduras. El enfoque recuerda a las iniciativas de finales de los años 90, cuando el urbanismo balear comenzó a virar —aunque tímidamente— hacia la regeneración.

«Es un paso más en la línea de repensar el uso del suelo y devolver parte del territorio al interés público», defendió Bauzà.

Aunque este primer programa cuenta con 15 millones del ITS, el Govern estudia combinar fondos autonómicos con recursos estatales y europeos en futuras convocatorias.

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