La aparición de casos de sarampión en Ibiza, tanto en adultos como en niños, ha disparado una alerta sanitaria en la isla. El doctor José Segador, director del Centre de Salut de Sant Josep y miembro de la red centinela que vigila la evolución de enfermedades víricas en Baleares, advierte de que esta situación está vinculada en parte al aumento de familias que rechazan vacunar a sus hijos.
Segador explica que el movimiento antivacunas, que gana fuerza en varios países de Centroeuropa como Alemania u Holanda, ha llegado también a Ibiza, donde reside un número importante de personas procedentes de estas zonas. «No se trata solo de la vacuna de la gripe, sino de un rechazo generalizado a la vacunación», señala el médico a Noudiari.
A este fenómeno se suma el efecto de las redes sociales, que difunden bulos y mensajes sin respaldo científico que relacionan las vacunas con enfermedades como el autismo. «Ese discurso lo estamos viendo reflejado en las consultas», confirma el especialista.
El director del centro de salud advierte de que este retroceso puede comprometer décadas de avances en salud pública. «Gracias a la vacunación masiva erradicamos la polio y redujimos al mínimo el sarampión. Sin embargo, ahora vemos a niños sin vacunar, y el sarampión no es en absoluto banal: uno de cada cien casos puede derivar en una meningitis sarampionosa, con riesgo vital y secuelas neurológicas permanentes».
Aunque actualmente la población sigue beneficiándose de la inmunidad colectiva lograda tras años de campañas de vacunación, Segador advierte de que este escudo empieza a debilitarse cuando surgen grupos numerosos que rechazan las vacunas.
