Los profesionales del Servicio de Urgencias del Hospital Can Misses han pedido formalmente a la diputada autonómica del PSOE Irantzu Fernández una disculpa pública por las declaraciones que realizó en el Parlament en relación con la muerte de un paciente que cayó desde un muro de la entrada de la guardia hasta el aparcamiento del hospital.
En una carta remitida a la parlamentaria, los sanitarios expresan su “profunda preocupación y malestar” ante unas manifestaciones que, aseguran, han tenido un impacto negativo en su imagen y credibilidad, poniendo en duda “la profesionalidad y el compromiso” con el que desempeñan su labor.
Qué dijo Fernández: identidad del fallecido, críticas y acusaciones
Durante una intervención en noviembre, Fernández reveló la identidad del hombre fallecido, describiéndolo como “un indigente del municipio de Ibiza al que nunca le ofrecieron los recursos que necesitaba”.
Según afirmó, el hombre “se movía con un andador y tenía problemas mentales”. La diputada cuestionó directamente la actuación del personal de Can Misses, asegurando que “se dejó que un paciente con graves problemas psiquiátricos y movilidad reducida saliera a fumar” sin supervisión, insinuando así una negligencia en su manejo.
El equipo sanitario denuncia un clima de desánimo y desconfianza
Los profesionales señalan que las declaraciones de la diputada, realizadas en un contexto especialmente sensible, han generado un “clima de desconfianza y desánimo” en un servicio que afronta diariamente situaciones de gran complejidad asistencial y presión constante.
“El respeto institucional hacia nuestro trabajo es fundamental para mantener la confianza de la ciudadanía en el sistema sanitario público”, advierten.
En la carta, el equipo recuerda que el sistema sanitario balear es uno de los pilares de la sociedad y que los profesionales actúan con “eficacia, humanidad y rigor”. Consideran que declaraciones públicas sin análisis objetivo de las circunstancias ni reconocimiento de las dificultades de la labor asistencial “debilitan la moral de los equipos y la percepción social de la sanidad pública”.
Una disculpa para reparar el daño causado
Por todo ello, el Servicio de Urgencias solicita a Fernández que pida disculpas públicas, un gesto que consideran esencial para restablecer la confianza y mostrar respeto hacia quienes trabajan en primera línea.
“Una disculpa pública sería un gesto de madurez institucional y de respeto hacia la sanidad pública”, concluyen, asegurando que contribuiría a “unir y no a dividir”, y a garantizar que el debate político se produzca desde el respeto hacia los profesionales sanitarios.













