En la primera jornada de la World Travel Market de Londres, el Consell de Formentera ha presentado la nueva campaña de promoción encargada por Turismo, el departamento bajo responsabilidad de Artal Mayans, el único conseller de Sa Unió que se mantiene en el gobierno insular.
Destaca de la grabación el peso en el relato cinematográfico de la promoción de los chiringuitos de playa como eje central del spot. Tanto que la pieza puede calificarse de un publirreportaje gratuito pagado con fondos públicos para las empresas que se llevaron el concurso bajo sospecha y que han venido incumpliendo de forma reiterado los pliegos de mismo.
El conseller de Turismo, Artal Mayans, ha destacado desde Londres que el objetivo de la isla es conservar su esencia, enfatizando la importancia de estos espacios para la identidad cultural de Formentera. Bajo el lema Memories by the sea, la campaña busca evocar la experiencia única que, según Mayans, representa el modelo tradicional de chiringuitos.
Tras los primeros planos generales típicos con paisajes idílicos de la isla, se suceden imágenes de todo tipo con los chiringuitos como eje central. Un grupo de chicos y chicas jóvenes brindan con un mojito sentados en la terraza de uno de los chiringuitos, turistas brindando en la terraza de uno de estos locales, un joven sonriente preparando un cocktail otro, pulgar arriba, un Aperol, clientes mirando la típica pizarra con la oferta, un camarero entregando una hamburguesa, una cocinera batiendo huevos son algunas de las imágenes del spot.
En total, 64 segundos de los 2 minutos y 24 segundos que dura la grabación, un 45%.
Es sin duda el capítulo que más segundos se lleva, por delante de los 38 segundos dedicados a la fiesta, los 29 a paisajes tomados con dron y a los 8 de imágenes submarinas.
Irregularidades
En los últimos meses, el Consell Insular de Formentera ha admitido la existencia de irregularidades en la adjudicación de estos establecimientos, desde la ausencia de socorristas certificados hasta instalaciones que no cumplen con los estándares de seguridad requeridos.
Estas preocupaciones han sido objeto de denuncias tanto por los antiguos concesionarios como por asociaciones locales que señalan deficiencias en la gestión de estas instalaciones, lo que no ha impedido que el Consell apueste por este producto como eje central de la campaña de promoción.
Uno de los problemas destacados ha sido la falta de socorristas en algunos chiringuitos, un requisito obligatorio en el contrato de concesión que no se ha cumplido.
El director de Litoral del Consell, Asier Fernández, reconoció que algunos concesionarios no han proporcionado socorristas titulados ni el equipamiento adecuado, lo que pone en riesgo la seguridad en las playas. Este incumplimiento contractual ha llevado a la administración a tomar medidas, advirtiendo que, si los problemas persisten, podría proceder a la extinción de las concesiones.
Además de la falta de personal cualificado, las denuncias apuntan a otros aspectos críticos, como la inexistencia de un acta de replanteo, documento técnico esencial que garantiza el cumplimiento de las normativas de seguridad y que se firma al inicio y final del montaje de las infraestructuras de playa. La ausencia de esta acta en algunos chiringuitos ha sido confirmada por el Govern balear, lo que plantea dudas sobre la legalidad y seguridad de las concesiones activas desde el inicio de la temporada.
Otro punto de conflicto
Otro punto de conflicto ha sido la instalación de tuberías ilegales bajo dunas protegidas en la playa de es Migjorn, un hecho que ha sido denunciado por la Dirección de Costas. Aunque el concesionario argumentó contar con permisos verbales, esta práctica vulnera las normativas de conservación del entorno natural, mientras que el Consell ha evitado sancionar estas irregularidades, generando críticas por su aparente falta de control y supervisión.
Más allá de los problemas técnicos y de seguridad, los turistas también han manifestado quejas por la falta de servicios básicos como baños, así como por la instalación no autorizada de sombrillas y hamacas en áreas no delimitadas, lo que afecta la experiencia de quienes visitan las playas de la isla.