En Ibiza, la presencia de serpientes se ha convertido en una amenaza para la fauna autóctona, especialmente para la lagartija pitiusa. Para hacer frente a este problema, se ha entrenado a Boira, una perra mestiza de cinco años que se ha convertido en la primera de la isla en participar activamente en el control de esta plaga invasora.
Desde la cuenta de Instagram Can Dafia, una granja rural de Ibiza, han compartido imágenes de cómo esta perra está entrenada para cazar serpientes. «Aunque pueda parecer una medida dura, se trata de una tarea imprescindible», advierte su dueño.
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El adiestramiento de Boira comenzó en junio 2022 en una finca de Sant Mateu. Tras un periodo de adaptación, logró su primera captura autónoma , apenas dos semanas después de iniciar los entrenamientos. Desde entonces, ha cazado decenas de serpientes, consolidándose como un apoyo en la lucha contra esta especie invasora.
La perra ha aprendido a identificar a los ofidios gracias a su olfato y a desarrollar una técnica específica para neutralizarlos. A lo largo de estos años ha participado tanto en capturas en trampas como en el campo, donde la detección resulta más compleja.
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Otras medidas
Las instituciones locales consideran a las serpientes un problema grave para el equilibrio ambiental de la isla, al carecer de depredadores naturales y expandirse con rapidez en un territorio limitado como Ibiza. Es por ello que, por ejemplo, desde distintos sectores de la sociedad se han ideado medidas. Por ejemplo, IbizaPreservation propuso un un criadero de ratones cebo para las serpientes en su plan de este año.
Recientemente, el Parlament aprobó instar al Govern y al Gobierno a practicar una serie de medidas de conservación que van desde el uso de trampas hasta el trabajo de control en puertos autonómicos.
Hay experiencias similares en otros territorios insulares, como Canarias, donde también se han empleado distintos sistemas para intentar frenar la expansión de especies invasoras que ponen en riesgo a la fauna endémica.
Tres años después de su primera captura, Boira continúa participando en labores de control de serpientes en la isla, reforzando la protección de uno de los ecosistemas más frágiles del Mediterráneo.