Tesla volvió a ser protagonista en los mercados financieros tras conocerse una operación inédita en la historia reciente de la compañía. El consejero delegado, Elon Musk, reveló la adquisición de 2,57 millones de acciones el pasado viernes, una inversión valorada en aproximadamente 1.000 millones de dólares. Se trata de la primera compra de títulos de Tesla por parte del empresario en el mercado abierto desde febrero de 2020 y, al mismo tiempo, la mayor que ha realizado hasta la fecha.
El impacto inmediato en el mercado
La noticia tuvo un efecto directo en la cotización de Tesla. Las acciones de la compañía subieron un 8% en las operaciones previas a la apertura de Wall Street este lunes. Este repunte se produce tras un año complicado, con caídas en el valor bursátil motivadas por un descenso en las ventas y la pérdida de algunos incentivos a los vehículos eléctricos en Estados Unidos. No obstante, en los últimos tres meses la acción ya había experimentado una recuperación del 25%, lo que ahora se ve reforzado por la señal de confianza del propio Musk.
Una compra histórica para Elon Musk
Los registros de Verity confirman que la última vez que el CEO de Tesla compró acciones fue el 14 de febrero de 2020, cuando adquirió unas 200.000 acciones por un valor de unos 10 millones de dólares. En esta ocasión, la cifra es muy superior, lo que convierte a esta operación en la compra más grande en valor que Musk ha hecho jamás. Antes de esta adquisición, el empresario poseía alrededor del 13% de la compañía.
Un paquete salarial multimillonario
La operación coincide con un momento crucial para Tesla. La empresa anunció recientemente que solicitará a sus accionistas la aprobación de un nuevo paquete de remuneración para Musk, que podría alcanzar los 975.000 millones de dólares en función del cumplimiento de ambiciosos objetivos de crecimiento. La votación está prevista para noviembre y el plan establece como meta final llevar la capitalización de mercado de Tesla hasta los 8,5 billones de dólares, una cifra muy superior a los 1,3 billones en los que se valoraba la compañía al cierre del viernes pasado.
Los desafíos de Tesla en 2025
A pesar del optimismo generado por la compra, Tesla afronta un año lleno de retos. Las ventas se han visto presionadas por la reducción de ayudas a la compra de vehículos eléctricos aplicadas por la administración Trump, así como por el impacto negativo que han tenido las posiciones políticas de Elon Musk sobre la percepción de la marca. Estos factores han pesado sobre la acción durante gran parte del ejercicio, aunque los inversores más optimistas confían en que los nuevos planes de innovación de la compañía puedan revertir la situación.
Analistas divididos sobre el futuro
Los expertos de Wall Street mantienen posiciones encontradas respecto al rumbo de Tesla. Según datos de Tipranks.com, el consenso apunta a una posible caída de hasta el 20% en el precio de las acciones a corto plazo. Sin embargo, en el largo plazo, muchos consideran que la estrategia de Musk de apostar por la conducción autónoma, la inteligencia artificial y la robótica podría transformar el modelo de negocio de Tesla y abrir nuevas vías de ingresos.
Apuesta por la inteligencia artificial
La visión de Elon Musk va más allá de los automóviles eléctricos. El empresario pretende que Tesla realice inversiones estratégicas en xAI, su nueva compañía de inteligencia artificial, con el objetivo de reforzar la posición de Tesla como pionera en esta tecnología. En palabras de Dan Ives, director global de investigación tecnológica en Wedbush, esta operación es “una gran señal de confianza para los alcistas de Tesla y muestra que Musk está doblando la apuesta por la inteligencia artificial aplicada a la automoción”.
Un futuro incierto, pero con confianza del fundador
La compra de 1.000 millones de dólares en acciones marca un punto de inflexión en la narrativa de Tesla. Por un lado, los mercados interpretan este movimiento como una muestra de confianza del propio Musk en el futuro de la empresa. Por otro, los analistas advierten que los desafíos de la industria y la presión regulatoria pueden complicar el camino hacia las ambiciosas metas propuestas.
Con este nuevo capítulo, Tesla se mantiene en el centro de atención de los inversores internacionales. La reacción positiva de la bolsa tras la operación de Musk sugiere que, al menos en el corto plazo, la confianza del CEO puede ser suficiente para sostener la tendencia alcista y reforzar la apuesta de Tesla por liderar el futuro del transporte sostenible y la inteligencia artificial.
