El director general de Emergencias del Govern balear, Pablo Gárriz, ha reconocido que hubo directores de colegio que no atendieron las órdenes de confinamiento dictadas durante la alerta por lluvias torrenciales en Ibiza.
“Si hay directores de colegio que deciden no atender a las instrucciones que se les están dando de Educación y mandan mensajes a los padres diciendo que vengan a recoger a los niños, no está en nuestra capacidad modificar eso”, señaló en declaraciones a Diario de Ibiza.
Gárriz defendió que la consigna oficial fue mantener a los alumnos dentro de los centros escolares, considerados lugares seguros, y pidió a las familias que no acudieran a recogerlos mientras se mantenía la alerta. “En mi caso, mi mujer me dijo que no podía salir del colegio de mis hijos. Le pedí que se confinase aunque vivimos a 250 metros y pasó unas horas esperando allí”, contó.
Una jornada marcada por los reproches
El martes, en medio del temporal, Gárriz había criticado con dureza también la decisión de muchos padres de recoger a sus hijos de los colegios pese al anuncio oficial. “Quienes han acudido a los colegios nos han generado un problema de gestión del incidente”, dijo ese día, cuando explicaba que la medida apuntaba a “descolapsar la ciudad”.
Gárriz evitó confrontar con las criticas sindicales, que objetaron que los centros educativos de Ibiza abrieran sus puertas el martes, y se abocó a destacar esta medida de pedir que los chicos siguieran en colegios. También remarcó que se priorizaron las situaciones más críticas de algunos centros. “Una escoleta nos llamó para decirnos que tenían a los niños subidos en mesas y fue una de las actuaciones a las que se dio preferencia”, dijo. La Policía Nacional informó de esa actuación, en la que 25 niños menores de tres años se encontraban sobre pupitres.
El mismo martes por la tarde el Govern inició un operativo para evaluar daños en los centros pitiusos, que, casi en su totalidad, permanecieron solo un día cerrados y reabrieron el miércoles.
Durante el temporal, muchos de estos centros se abocaron a enviar a las familias mensajes de tranquilidad. Sin embargo, en varios también se informó a los padres que tenían la opción de buscar a sus hijos, bajo su exclusiva responsabilidad. La Consellería de Educación no se ha referido a tales situaciones.