La publicación de los WhatsApp personales entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos ha encendido todas las alarmas en el PSOE. La dirección del partido apunta a la Guardia Civil, concretamente a la Unidad Central Operativa (UCO), como la fuente probable de una filtración que consideran un ataque directo contra la privacidad del presidente del Gobierno.
Mientras tanto, en Ferraz crece la convicción de que detrás de todo hay una estrategia del Partido Popular para debilitar al Ejecutivo. Así lo informó eldiario.es este lunes, en una jornada marcada por reproches, sospechas y la reactivación del debate interno en el socialismo.
El PSOE rompe el silencio y apunta a la UCO
En la rueda de prensa posterior a la Ejecutiva Federal del PSOE, la portavoz Esther Peña se refirió con dureza a la filtración de los mensajes publicada por El Mundo. Aunque no nombró de forma directa a la UCO, dejó claro que en Ferraz consideran que todo forma parte “de aquella consigna del que pueda hacer, que haga”, en alusión a las declaraciones de José María Aznar, quien meses atrás instó a “actuar” para poner fin al mandato de Sánchez.
Peña afirmó que el PP es capaz de llevarse por delante “el prestigio de la Justicia, de algún medio de comunicación o de cualquier institución que puedan poner al servicio de esa maquinaria del fango”. En privado, según eldiario.es, varios dirigentes socialistas confirman que el partido descarta por completo que Ábalos esté detrás de la filtración y apuntan directamente a la UCO, unidad que custodia las dos memorias externas donde se almacenaban los mensajes.
Ferraz denuncia una vulneración del derecho a la privacidad
A pesar de que el contenido de los mensajes no revela ningún delito ni está relacionado con el llamado caso Koldo, desde el PSOE consideran que lo ocurrido es “muy grave”. Peña, en ese sentido, cuestionó cómo es posible que unas conversaciones que están en el juzgado hayan terminado publicadas en un medio de comunicación. Aseguró que, pese a la relevancia del asunto, no se trató el tema durante la Ejecutiva Federal porque, textualmente, “no dedicaron ni un segundo” a ello. Pero el malestar en la dirección es palpable.
La preocupación central no es jurídica sino política: para el PSOE, se ha vulnerado el derecho a la confidencialidad de las comunicaciones entre dos figuras públicas, en una maniobra cuyo fin no sería judicial, sino mediático y electoral.
Un PSOE cohesionado frente a una amenaza externa
Desde el partido se transmite un mensaje de unidad. Fuentes de la dirección consultadas por eldiario.es descartan cualquier tipo de maniobra interna. Rechazan la idea de que Ábalos haya utilizado los mensajes para lanzar una advertencia o marcar distancias. Por el contrario, consideran que el exministro también es víctima de esta filtración, orquestada desde fuera del partido.
La teoría que predomina en Ferraz es que se trata de un movimiento calculado, ejecutado por sectores afines al PP y con colaboración desde dentro del aparato del Estado. El objetivo: desgastar al presidente del Gobierno y alimentar el relato de un PSOE fracturado.
Un contenido sin delitos, pero con alto voltaje político
En los mensajes no hay rastro de posibles delitos ni ninguna referencia al caso en el que se investiga a Koldo García. Lo que sí muestran es una larga relación entre Pedro Sánchez y José Luis Ábalos, marcada por fases de distancia, reencuentro y colaboración estrecha.
Los intercambios reflejan también el análisis compartido de ciertas situaciones internas del PSOE, incluyendo valoraciones sobre líderes territoriales como Javier Lambán o Emiliano García-Page, abiertamente críticos con Sánchez en diversas etapas.
Page: las tensiones internas eran reales
Uno de los primeros en pronunciarse fue Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, quien reconoció en una entrevista en Onda Cero que los mensajes dejan claro que el problema en el PSOE no era simplemente de poder. Según Page, lo que muestran las conversaciones es que había un fondo de desacuerdo entre quienes no estaban por gobernar “a cualquier precio” y quienes sí.
El líder manchego aseguró que sus contactos con Ábalos fueron mínimos, pero aprovechó para subrayar que las tensiones no eran teatrillo, como algunos pretendían hacer ver desde la dirección.
Lambán relata episodios de tensión con Sánchez
También intervino el expresidente de Aragón, Javier Lambán, quien desveló en la misma emisora que había tenido varias conversaciones telefónicas con Pedro Sánchez en las que el presidente le recriminó sus declaraciones críticas. Lambán afirmó sentirse sorprendido por “la ira y la pérdida de control” que percibió en el tono de Sánchez durante esas llamadas. A diferencia de esos intercambios, calificó de “cordiales” sus relaciones tanto con Ábalos como con su sucesor, Santos Cerdán.
Lambán ya había manifestado públicamente su desacuerdo con la dirección socialista, pero estas revelaciones apuntalan su relato sobre una gestión interna basada en la imposición y la exclusión del disenso.
El Supremo exonera a Ábalos en el caso Air Europa
En paralelo al escándalo de la filtración, el Tribunal Supremo emitió un informe clave para el exministro de Fomento. Según el juez instructor del alto tribunal, no existe “indicio alguno” de delito contra José Luis Ábalos por el rescate de Air Europa durante la pandemia.
Esta resolución judicial refuerza la tesis del PSOE de que lo publicado no tiene relación con ninguna causa penal. Para la dirección socialista, esta filtración no forma parte de un proceso judicial, sino de una operación política con fines electorales.
Una maniobra calculada en pleno ciclo electoral
El PSOE considera que la publicación de los mensajes no es fruto de una filtración casual, sino una jugada perfectamente orquestada para debilitar al Gobierno. Fuentes de Ferraz apuntan a un “timing” muy claro: a pocas semanas del arranque de la campaña para las elecciones europeas y con un contexto mediático dominado por escándalos y desgaste institucional.
En ese marco, en el partido creen que algunos medios están colaborando, voluntaria o involuntariamente, con una campaña de desestabilización diseñada desde la oposición.
Peña habló de una derecha dispuesta a hacer lo que sea para volver al poder, incluyendo, según sus palabras, “llevarse por delante el prestigio de la Justicia, de algún medio de comunicación o de cualquier institución”. Para el PSOE, la filtración es el último capítulo de esa “maquinaria del fango”.
La amenaza, más institucional que partidista
Aunque el contenido de los mensajes no revela ningún comportamiento ilegal, su publicación ha supuesto un terremoto político. No solo por lo que dicen, sino por cómo y por qué han salido a la luz.
La dirección del PSOE señala a la UCO como fuente probable, exime a Ábalos de cualquier maniobra y acusa al PP de instrumentalizar instituciones públicas para atacar al presidente. El escándalo no solo pone a prueba la solidez del Gobierno, sino también la credibilidad del sistema institucional y el respeto a los derechos fundamentales.