Blanca Cusiné Morell, exnovia de Bojan Krkić, una figura prometedora del F.C. Barcelona, ha relatado el infierno que ha sufrido producto de la presión mediática, el acoso en redes de los haters y las exigencias personales que la llevaron al límite. Y ha contado que su calvario comenzó en unas vacaciones en Formentera en el verano de 2008.
«Me escribe mi madre, estaba en una clase de Ingeniería, para decirme que salía en Lecturas y no muy bien», recuerda Cusiné en el podcast Búscate la vida, presentado por Eric Ponce y el empresario José Elías.
Las imágenes, que mostraban a la pareja durante su descanso en Formentera, ocuparon seis páginas de la revista. «Estaba temblando, miro la revista y había seis páginas con fotos en las que yo no salía muy agraciada», relata.
La reacción no se hizo esperar. Empezaron a llegar decenas de mensajes diarios en redes sociales, muchos de ellos crueles. «Recibía cada día unos 100 mensajes de que yo era muy fea, se metían con mi pelo, con mi nariz, con mi culo…», denuncia.
@blvpodcast @blanca_cusine nos abre su corazón y nos relata la historia vivida con el ex jugador del Barça, Bojan Krkic #blv #podcast ♬ sonido original – Búscate la vida
La presión, combinada con el hecho de ser la pareja de un jugador de élite, afectó profundamente su autoestima: «Me cogí un poco de que yo no era suficiente para un futbolista de este nivel, que todos tienen mujeres modelos, y me tocó muchísimo la autoestima a tal punto que no me atrevía a salir a la calle ni a ir con él».
Una vida llena de presiones
La historia entre Blanca y Bojan comenzó en su infancia, en Mollerussa (Lleida), donde ambos coincidieron en el colegio. «Me enamoré con seis años», confiesa. Tras años separados, se reencontraron en Barcelona, en un episodio casi cinematográfico: ella lo visualizó como espectador en el Camp Nou justo antes de girarse y verlo sentado unas filas detrás.
Sin embargo, la relación no resistió el peso de la fama. Bojan, que ya despuntaba en la cantera azulgrana, vivía su propio calvario, marcado por los ataques de ansiedad y la presión de ser el joven prodigio que debía salvar al Barça en una época turbulenta.
«Pasó una época de ansiedad fuerte y de no poder salir a la calle», explica Blanca. Fue precisamente tras rechazar su convocatoria para la Eurocopa 2008, cuando Bojan se refugió en Formentera junto a ella.
Con el paso del tiempo, las tensiones aumentaron. Mientras Bojan priorizaba su carrera, Blanca se resistía a renunciar a su trabajo. «Tenía muy claro que quería seguir con mi trabajo y esto no era compatible con la vida de un futbolista, que las mujeres, la mayoría, lo dejan todo y se van a vivir con ellos», recuerda.
Las presiones, según relata, llegaron incluso desde el entorno profesional del jugador. Con motivo de su fichaje por la liga estadounidense, fue presionada para acompañarlo a Canadá y formar una familia.
«Me dijeron: ‘Tiene que firmar este contrato en Canadá, pero no irá si no vas tú’», confiesa. Y añade: «Me decían: ‘Ya tenéis una edad, tú tienes que crear una familia y dejar tu trabajo porque estás trabajando demasiado’».
A esto se sumó un diagnóstico médico: endometriosis, una enfermedad que afecta a la fertilidad. “Me dijeron los coaches: ‘Esta enfermedad te la has autogenerado tú porque en realidad quieres ser madre, pero estás trabajando tanto que no te estás centrando en hacer una familia’”.
«Yo allí estaba destrozada interiormente porque había sufrido mucho con esta relación», afirma Cusiné, que asegura que nunca había hablado públicamente del tema hasta ahora.
Tras superar esta etapa, Blanca ha seguido adelante con su vida profesional y actualmente es CEO de una empresa agrícola de referencia.