Formentera ha dado un paso decisivo en su transición energética con la puesta en marcha de la nueva subestación eléctrica de 132 kV, punto de conexión del enlace submarino entre Ibiza y Formentera. La instalación, que permite cubrir el 100% de la demanda eléctrica de la isla en condiciones de seguridad y sin emisiones de CO₂, fue visitada esta mañana por el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard; el conseller de Empresa, Autónomos y Energía del Govern balear, Alejandro Sáenz de San Pedro; y la vicepresidenta del Consell de Formentera, Verónica Castelló, acompañados por el delegado de Redeia en las Illes Balears, Eduardo Maynau.
Una infraestructura clave para la descarbonización
La nueva subestación forma parte de la interconexión eléctrica de 132 kV entre Ibiza y Formentera, incluida en la planificación energética del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Con una inversión de 96 millones de euros, la obra fue ejecutada y puesta en servicio en junio de 2023 por Red Eléctrica, empresa de Redeia responsable del transporte y la operación del sistema eléctrico nacional.
Desde entonces, el 95,86% de la demanda de Formentera se cubre a través del enlace con Ibiza, mientras que el 4,14% restante procede de la generación fotovoltaica local. La interconexión ha permitido dejar fuera de servicio la antigua turbina de la central de Es Ca Marí, que funcionaba con gasoil, y ha eliminado la necesidad de activar grupos auxiliares en los picos de consumo del verano. Con ello, Formentera ha logrado eliminar por completo las emisiones de CO₂ derivadas de la producción de electricidad.
Un sistema eléctrico más seguro y robusto
El nuevo enlace supone un hito no solo para Formentera, sino para todo el archipiélago. Por primera vez, todas las Islas Baleares están interconectadas entre sí mediante enlaces de 132 kV y, a su vez, conectadas con la Península y el sistema eléctrico europeo. Esta red integrada proporciona mayor seguridad, estabilidad y capacidad de integración de energías renovables.
El futuro segundo enlace Península–Illes Balears, actualmente incluido en la nueva Planificación Eléctrica 2030 en fase de información pública, reforzará aún más la calidad del suministro, especialmente en las Pitiusas. A ello se sumarán nuevas infraestructuras de almacenamiento, como las baterías en construcción en Eivissa y Menorca, que permitirán optimizar el uso de los enlaces submarinos.
Según los cálculos de Redeia, el enlace actual con la Península ahorra al sistema eléctrico unos 100 millones de euros anuales y evita la emisión de 500.000 toneladas de CO₂ cada año. Con las nuevas conexiones previstas, los beneficios se multiplicarán por dos, alcanzando una reducción adicional de costes de unos 360 millones de euros anuales y 689.000 toneladas menos de emisiones en las Illes Balears.
Detalles técnicos del enlace entre Ibiza y Formentera
La interconexión entre las Pitiüses ha implicado la ampliación de la subestación de Torrent (Santa Eulària des Riu) y la construcción de la nueva subestación de Formentera, además del tendido terrestre de 5,2 kilómetros en Eivissa y 4,8 kilómetros en Formentera, junto con 27,1 kilómetros submarinos de cable.
La subestación formenterense es una instalación tipo GIS (Gas Insulated Substation), diseñada para integrarse en el entorno y minimizar el espacio ocupado. Dispone de dos transformadores de 30 MVA, cuatro reactancias de 9 MVAr, doce posiciones de interruptor y una configuración de interruptor y medio, que garantiza la máxima fiabilidad y flexibilidad en la operación y mantenimiento.
El cable que conecta las islas es tripolar de corriente alterna, con dos circuitos de 132 kV y una capacidad de transporte de 53 MVA cada uno. Incorpora además fibra óptica para la telegestión y supervisión en tiempo real.












