El Consell Insular de Formentera ha sacado a licitación las obras de rehabilitación del firme y mejora de la red de pluviales en el tramo de 3,9 kilómetros de la carretera PM-820 comprendido entre la Savina y la gasolinera de Can Rita. El proyecto, impulsado por la Conselleria de Economía, Territorio e Infraestructuras, cuenta con un presupuesto de 2,6 millones de euros y se enmarca en el convenio de carreteras firmado con el Govern balear.
La actuación supone un nuevo paso en la modernización de la infraestructura viaria principal de la isla, un corredor clave que soporta buena parte de los desplazamientos cotidianos tanto de residentes como de visitantes.
Cuatro meses de obras para reforzar seguridad y durabilidad
El proyecto prevé un plazo de ejecución de cuatro meses y está diseñado para mejorar la seguridad, la durabilidad del firme y la funcionalidad de la vía. Según destacó el vicepresidente segundo y conseller del área, Javier Serra, se trata de una intervención estratégica para “mejorar la seguridad vial, optimizar el drenaje y modernizar un tramo fundamental para la movilidad en la isla”.
Los trabajos contemplan la rehabilitación integral del firme y de los arcenes, la renovación de la señalización horizontal y vertical, así como el soterramiento de servicios y la reposición de resaltes. También se actuará sobre la red de pluviales con el objetivo de garantizar un drenaje más eficiente y prevenir inundaciones durante episodios de lluvias intensas.
Intervención en un punto conflictivo: el cruce de Porto-Salè
Uno de los elementos más destacados del proyecto es la intervención en el cruce de Porto-Salè, una zona que presenta un historial de siniestralidad debido a la pendiente existente.
El proyecto prevé corregir la rasante para facilitar las incorporaciones, mejorar el campo visual y reordenar el sistema de drenaje, lo que permitirá incrementar notablemente la seguridad en este punto crítico de la carretera.
Nuevos radares pedagógicos para reforzar la seguridad
El plan incluye la instalación de dos radares pedagógicos digitales con alimentación solar, situados antes y después de la intersección de Porto-Salè. Estos dispositivos proyectarán mensajes variables a los conductores con el fin de fomentar una conducción más segura y reducir la velocidad en un tramo especialmente sensible.
Un impulso tras años sin mejoras
Para el conseller Serra, esta licitación supone “un paso adelante en la consolidación de una red viaria más segura, después de muchos años sin realizar ninguna actuación de mejora ni mantenimiento”. La previsión es que las obras puedan iniciarse el próximo mes de enero, siempre que la adjudicación avance según los plazos previstos.
Los pliegos del proyecto, una vez finalizado el periodo de información pública, se encuentran disponibles en la Plataforma de Contratación del Sector Público, donde las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas hasta el 9 de diciembre a las 19 horas.













