El Papa Francisco, fallecido este lunes en el Vaticano a los 88 años, no pudo cumplir uno de los viajes que más deseaba: visitar España durante su pontificado. A pesar de que su salud se había deteriorado notablemente en los últimos meses y de que había reducido sus desplazamientos internacionales, el pontífice argentino nunca renunció públicamente a su intención de pisar suelo español como jefe de la Iglesia católica.
El viaje que nunca se cerró
España era una de las pocas grandes naciones católicas que Francisco no visitó como Papa. A lo largo de sus doce años de pontificado, los planes para un viaje nunca llegaron a concretarse oficialmente, aunque hubo contactos entre el Vaticano y el Gobierno, así como invitaciones de distintas diócesis.
La Santa Sede justificó reiteradamente su ausencia con el argumento de que Francisco priorizaba países con menor presencia católica o sin visitas papales previas. Así fue como viajó a destinos tan inusuales como Mongolia, Baréin o Sudán del Sur, mientras que tensiones internas con parte del episcopado español también habrían contribuido al distanciamiento.
Tensiones soterradas y una agenda imposible
El viaje previsto a Santiago de Compostela con motivo del Jubileo 2021 fue cancelado por la pandemia, y nunca se retomó. La relación complicada entre el Papa y sectores conservadores de la Iglesia española, junto a su precario estado de salud en los últimos años —incluidos problemas respiratorios y de movilidad—, acabaron por frustrar cualquier posibilidad.
A pesar de eso, el Papa nunca descartó públicamente un viaje. En entrevistas con medios religiosos, expresó sentirse “cercano” a España y valoró positivamente la espiritualidad ignaciana, ligada a su formación jesuita. “Quería ir, aunque fuera solo a rezar en silencio”, declaró en una conversación con la revista Vida Nueva en 2024.
Un pontífice en las periferias: 47 viajes, 66 países
Durante su pontificado, Francisco realizó 47 viajes internacionales y visitó 66 países, según datos recogidos por Religion Digital y Wikipedia. Su agenda estuvo marcada por su opción preferencial por “las periferias”.
Visitó por primera vez en la historia papal países como Myanmar, Irak, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental, Emiratos Árabes Unidos o Mongolia. En Canadá pidió perdón a las comunidades indígenas y en Baréin, abogó por el diálogo interreligioso con el Islam. En 2023 y 2024 aún se embarcó en giras largas, como la que lo llevó por Asia-Pacífico, ya con la salud muy deteriorada.
Un paso por Baleares antes del Vaticano
Aunque nunca visitó España como Papa, sí lo hizo antes de su elección pontificia. En 1986, el entonces Jorge Mario Bergoglio viajó a Mallorca para participar en una reunión internacional de jesuitas, según recoge el archivo del portal especializado Religión Digital. Durante su estancia en la isla, se alojó en una casa de espiritualidad en Palma y aprovechó para conocer parte de la geografía mallorquina.
Este viaje, confirmado por testigos y por la Compañía de Jesús, fue su único contacto conocido con el archipiélago balear. Ibiza y Menorca nunca formaron parte de sus recorridos, ni antes ni durante su etapa como Papa.