La Capitanía Marítima de Ibiza ha impuesto una garantía de 200.000 euros al yate de lujo Attila, que encalló a finales de junio en la playa de Es Pujols, en Formentera, tras una maniobra de navegación peligrosa en zona protegida. El incidente, que provocó un fuerte revuelo en la isla, se agrava por el incumplimiento de los requerimientos emitidos por la autoridad marítima tras el encallamiento.
Según ha publicado el Boletín Informativo de la Marina Mercante, el buque desatendió las instrucciones de Capitanía, que le había solicitado un plan de reflotamiento y una inspección del casco antes de maniobrar. En lugar de ello, el Attila logró salir por sus propios medios sin autorización, lo que ha motivado la imposición de esta fianza como medida previa a continuar su navegación.
El incidente que conmocionó Formentera
El yate Attila, un megayate de 64 metros de eslora con bandera de Islas Caimán, encalló el pasado 20 de junio en una zona de baño de Es Pujols, generando una rápida respuesta social y mediática. La embarcación, valorada en más de 70 millones de dólares, quedó varada durante horas frente a la costa, ante la mirada de residentes y turistas.
El caso generó gran preocupación al producirse en una zona ambientalmente sensible, en pleno inicio de la temporada alta. Las imágenes del barco varado se volvieron virales y desataron críticas sobre el control marítimo en las Pitiusas.
Un superyate de 1.575 toneladas y 20 tripulantes
Construido por Sanlorenzo en 2019, el Attila es un símbolo del lujo flotante: puede alojar a doce pasajeros y cuenta con una dotación habitual de 20 tripulantes. Tiene helipuerto, piscina y spa a bordo, además de sistemas de navegación de última generación.
Tras el incidente, el caso quedó en manos de Capitanía Marítima, que inició una investigación por presuntas infracciones graves del Reglamento de Seguridad Marítima. Ahora, esta garantía de 200.000 euros impuesta al armador se convierte en un paso decisivo en el expediente sancionador abierto.
