El Ayuntamiento de Sant Antoni de Portmany ha expresado públicamente su solidaridad con las trabajadoras de la escoleta municipal Can Coix, que desde este viernes están en huelga indefinida para exigir mejoras laborales. El equipo de gobierno ha trasladado su posición a través de un comunicado oficial, en el que subraya que comparte las demandas del personal educativo, aunque carece de competencia legal para modificar las condiciones salariales en el contrato actual, que expira en septiembre.
Compromiso con cambios en el nuevo contrato
El consistorio ha detallado que la solución planteada pasa por la nueva licitación del servicio, que entrará en vigor el próximo curso escolar. En ese pliego se incluirán mejoras como el aumento de educadoras a jornada completa, pasando de cinco a un mínimo de siete, además de la directora y el servicio de limpieza. También se otorgará mayor puntuación a las empresas que ofrezcan mejores sueldos, y el contrato se vinculará al futuro convenio autonómico de escoletas, actualmente en negociación.
En los nuevos pliegos también se tendrá en cuenta un criterio de mayor puntuación a la empresa que ofrezca mejores retribuciones salariales.
“Defendemos que el colectivo merece mejoras salariales y laborales”, ha señalado el Ayuntamiento, que acudió con el alcalde Marcos Serra y la concejala de Educación Eva Prats a la reunión del Tribunal de Arbitraje y Mediación de Baleares (TAMIB).
Servicios mínimos garantizados
El sindicato CCOO notificó formalmente la huelga el jueves por la noche. Dado el carácter esencial del servicio, se han establecido servicios mínimos para cubrir la totalidad de las aulas durante el horario habitual. Estarán compuestos por cuatro educadoras, la directora, que ejercerá funciones docentes si es necesario, y una persona encargada de la limpieza.
