La Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) han convocado cuatro jornadas de huelga nacional para los días 9, 10, 11 y 12 de diciembre, una protesta que ya cuenta con la adhesión de otras organizaciones médicas. Se trata de un movimiento de presión sin precedentes en el marco de la negociación del nuevo Estatuto Marco del Sistema Nacional de Salud (SNS), que Sanidad quiere actualizar tras más de dos décadas en vigor. Tras casi tres años de reuniones y más de 60 encuentros, los sindicatos sostienen que el diálogo con el Ministerio está “agotado” y que el texto propuesto no responde a las necesidades reales del colectivo.
Durante estas cuatro jornadas se celebrarán concentraciones simultáneas en todas las comunidades autónomas. En Madrid, la protesta comenzará el martes 9 de diciembre con una manifestación desde el Congreso de los Diputados hasta la sede del Ministerio de Sanidad. El objetivo: exigir un Estatuto Marco propio, con un ámbito de negociación diferenciado y representantes específicos para el colectivo médico, una reivindicación que —según defienden— Sanidad se niega a reconocer.
Entre los puntos más conflictivos del borrador, los sindicatos señalan la clasificación profesional, que equipara titulaciones MECES III y MECES II pese a las diferencias de formación y responsabilidad. También denuncian que el texto no regula adecuadamente las guardias, no las considera actividad extraordinaria y mantiene la posibilidad de que los médicos acumulen jornadas superiores a las 45 horas semanales bajo el argumento de “necesidades del servicio”. A ello se suman el mantenimiento de la movilidad forzosa, un régimen de incompatibilidades que califican de “discriminatorio” y la falta de avances en la creación del grupo A1+ para médicos especialistas.
La protesta del 9 al 12 de diciembre no será la única. Las organizaciones SATSE-FSES, CCOO, UGT, CSIF y CIG-Saúde han anunciado además una huelga indefinida cada martes a partir del 27 de enero, al no observar avances en la negociación de un Estatuto Marco que incluya a todos los profesionales sanitarios y mejore condiciones laborales, retribuciones y jornadas. Estos sindicatos reclaman, además, la posibilidad de acceder a la jubilación anticipada y parcial, conciliación real y una regulación más clara sobre cargas asistenciales.
Desde el Ministerio de Sanidad, aseguran que el borrador incorpora “todas las demandas posibles” dentro de sus competencias y recuerdan que una ley básica estatal no puede invadir funciones autonómicas ni fijar cuantías económicas como complementos o retribuciones por guardias. Sanidad sostiene que se ha llegado “al máximo desarrollo posible” sin vulnerar el marco constitucional y advierte de que bloquear la aprobación del Estatuto Marco supondría perder una “oportunidad histórica” de reforma normativa.
Mientras continúa el desencuentro, las dos convocatorias de huelga —una inmediata en diciembre y otra indefinida desde enero— anticipan un invierno caliente en la sanidad pública española, con miles de profesionales reclamando cambios estructurales que, aseguran, son imprescindibles para garantizar la calidad asistencial.













