Este lunes, los cielos de Baleares presentaron una apariencia inusual, que muchos podrían haber confundido con la presencia de nubes altas o polvo sahariano.
Sin embargo, la Aemet aclaró que el origen de esta coloración era el humo de los incendios forestales en Canadá, que ha alcanzado incluso a las islas, cruzando el Atlántico.
La información compartida por la Aemet en la red social X incluye un gráfico del Servicio de Monitorización Atmosférica Copernicus, que muestra cómo el humo de los incendios en el norte de Canadá ha viajado hasta el Mediterráneo, afectando a Baleares.
Estos aerosoles en la atmósfera, derivados de la quema de grandes extensiones de biomasa, han dado al cielo su tono blanquecino característico.
A pesar de que la temporada de incendios en Canadá ha sido menos devastadora que la del año pasado, cuando se batió el récord con 17 millones de hectáreas quemadas, el país ha enfrentado este agosto hasta 900 incendios activos simultáneamente.
Las provincias más afectadas han sido Columbia Británica, Alberta y el territorio de Yukon. Ante la magnitud de la crisis, los bomberos canadienses han contado con el apoyo de personal de Estados Unidos, México, Costa Rica, Australia y Nueva Zelanda, entre otros países.