La tradicional campaña de la sal en el Parque Natural de ses Salines ha comenzado esta semana con previsiones optimistas. La empresa Salinera Española calcula que este verano se podrían alcanzar unas 80.000 toneladas de sal, una cifra que supondría prácticamente duplicar la producción del año pasado. La recogida se extenderá hasta mediados de noviembre, siempre que las condiciones meteorológicas acompañen.
Producción a la baja en 2024
En la temporada anterior estaba previsto obtener unas 72.000 toneladas, pero finalmente el balance fue de solo 46.000. La causa no fue la climatología, sino la falta de espacio de almacenamiento y problemas logísticos, que obligaron a reducir la cosecha. Este año, la compañía asegura haber solventado esos obstáculos y confía en retomar la normalidad, según ha informado IB3.
Un producto con salida internacional
La sal extraída en Ibiza no se queda solo en la isla. Una parte importante se destina a la exportación: Reino Unido, para el mantenimiento de carreteras en invierno, y las Islas Feroe, donde se utiliza para la salazón del bacalao. El resto tiene usos en la gastronomía local y en la industria conservera, manteniendo viva una tradición que se remonta a los tiempos fenicios.
Ses Salines, patrimonio y economía
Además de su peso económico, la sal forma parte del patrimonio cultural y paisajístico de Ibiza. La explotación está ubicada en pleno Parque Natural de ses Salines, un enclave protegido que combina biodiversidad, historia y producción. Las condiciones de calor y escasas lluvias de este verano favorecen la evaporación del agua, lo que hace prever una cosecha abundante.













