La puesta en marcha de la nueva contrata del transporte público por carretera en Ibiza sufrirá un retraso significativo y no estará operativa, como mínimo, hasta principios de 2026. El motivo es la presentación de un recurso ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales por parte de dos de las empresas que habían concurrido al concurso: Empresas Ruiz S.A. y Pitiüses.
Ambas compañías han impugnado la decisión del Consejo Ejecutivo del Consell Insular, que otorgó de forma definitiva la adjudicación a la unión formada por Alsa – Vormar el Gaucho, tanto para las líneas metropolitanas como para los recorridos interurbanos.
Un proceso judicial que puede prolongarse hasta febrero de 2026
Aunque el Consell de Ibiza todavía no dispone de una notificación oficial que confirme la paralización del expediente, todo apunta a que el procedimiento quedará suspendido de manera temporal. La experiencia de otros recursos tramitados en los últimos años muestra que este tribunal suele emplear cerca de tres meses para dictar resolución. Por ello, incluso si la impugnación fuese finalmente rechazada, el pronunciamiento no se conocería antes de febrero de 2026.
Desde la institución insular destacan, sin embargo, que la reclamación presentada no cuestiona aspectos sustanciales de la adjudicación ni la valoración técnica de las ofertas, sino que se centra en cuestiones de carácter procedimental, lo que interpretan como un indicio favorable de cara al futuro del contrato.
Alsa ya ha recibido los primeros autobuses eléctricos
A pesar de la incertidumbre, la adjudicataria Alsa continúa avanzando en la preparación del servicio. En los últimos días han llegado a la isla los primeros 10 autobuses eléctricos, que forman parte de la renovación progresiva de la flota. El pliego establece un plazo de 10 meses desde la entrada en vigor del contrato para completar la implantación total.
El concurso exige que dos tercios de los vehículos sean eléctricos, mientras que el resto deberá operar con combustibles de mayor eficiencia. Asimismo, la nueva red incorporará un sistema tecnológico actualizado para validar los abonos de transporte.
Este cambio tecnológico obligará también a sustituir todas las tarjetas de transporte actuales, un proceso que requiere una implantación escalonada para no interferir en el uso cotidiano del servicio.
Un contrato de 244 millones para los próximos 10 años
El proyecto está dividido en dos lotes diferenciados:
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Lote metropolitano: 17 líneas que cubren la ciudad de Ibiza y su entorno inmediato, con un presupuesto de 96,5 millones de euros.
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Lote interurbano: 44 rutas que conectan el resto de la isla, con un coste de 148 millones.
En conjunto, el contrato asciende a 244 millones de euros para la próxima década y prevé más frecuencias, nuevas rutas y una modernización completa del sistema de transporte público insular.













