Ibiza y Formentera cerraron los diez primeros meses de 2025 con cifras históricas. El gasto turístico alcanzó los 4.473 millones de euros, según los datos oficiales de la encuesta EGATUR publicados por IBESTAT, el valor más alto jamás registrado en ese periodo. Y que supera al acumulado de todo el 2024, cuando el gasto fue de 4.334 millones. El comportamiento de octubre, con un incremento notable del gasto y un repunte de turistas, consolida la tendencia que el Consell de Ibiza lleva meses defendiendo: la isla está logrando suavizar la curva estacional y atraer visitantes fuera del pico veraniego.
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Un octubre especialmente potente
El décimo mes del año dejó 405 millones de euros en gasto turístico, un 15 % más que en octubre de 2024, un salto difícil de ver en plena temporada baja tradicional. El gasto medio por visitante se situó en 1.286 euros, mientras que el gasto medio diario alcanzó los 202 euros, reforzando la idea de un turista con mayor capacidad de consumo.
Pese a ese ligero descenso de las pernoctaciones hoteleras en octubre (-1,3 %), el número de viajeros no dejó de crecer: las Pitiusas recibieron ese mes 315.000 turistas, un 10,4 % más que un año antes, con especial tirón del mercado internacional (258.000 visitantes, con subidas de los principales emisores europeos).
Ese mayor flujo de turistas, sumado al encarecimiento de las tarifas alojativas, ayuda a explicar que el gasto total se dispare. Como ha recordado en Radio Ibiza el director insular de Turismo, Juan Miguel Costa, este nuevo récord responde tanto a la subida de precios en los hoteles como a que el visitante que elige los extremos de temporada “suele ser de un poder adquisitivo medio-alto”.
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Repunte de turistas y señales claras de desestacionalización
El flujo de visitantes también mostró un comportamiento sólido. Aunque las cifras concretas de llegadas de octubre para las Pitiusas deben siempre leerse en el marco de la estadística FRONTUR, la tendencia nacional y balear de ese mes —un aumento generalizado que en España se situó en torno del 10 % interanual— se refleja también en el archipiélago, donde las entradas de turistas internacionales recuperaron dinamismo después de un verano más irregular.
La combinación de más gasto, mejor comportamiento en los meses de otoño y crecimiento del turismo internacional, junto con una caída más pronunciada del turismo nacional, confirma el movimiento que las instituciones insulares llevan tiempo anunciando: el visitante que llega fuera del verano tiende a ser más fiel, más estable y con mayor presupuesto.
Ibiza, más allá del verano
Desde el Consell de Ibiza, la lectura es clara. Tras diversos encuentros promocionales, especialmente en ferias como la World Travel Market de Londres o FITUR, la institución defiende que las cifras empiezan a reflejar los efectos de su estrategia:
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más actividad en primavera y otoño,
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impulso del turismo deportivo,
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mayor promoción de la cultura y el patrimonio,
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apuestas por el paisaje, la naturaleza y el bienestar,
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y una campaña sostenida para que Ibiza se perciba como destino atractivo durante los doce meses del año.
El propio Consell ha insistido en varias ocasiones en que el grado de fidelidad del visitante “fuera de temporada” supera al del turista de pleno verano, lo que fortalece la economía local en etapas tradicionalmente más débiles.
El comportamiento de 2025 permite pensar en un cambio más profundo que el simple “final de temporada buena”. El récord de gasto en los diez primeros meses del año, sumado al octubre más potente de la serie, apunta a un modelo turístico que se estabiliza, que genera menos presión en julio y agosto y que redistribuye la actividad económica a lo largo del año.
Para los sectores productivos, esta transición significa más ingresos estables, menos dependencia de los picos estivales y mayor margen para planificar plantillas y operaciones. Para la isla, significa reducir la carga sobre infraestructuras, servicios y recursos naturales.












