El Servicio de Vigilancia de la Posidonia, bajo la dirección de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural, ha cerrado la temporada 2024 con más de 70.000 intervenciones en las aguas de Ibiza y Formentera.
Esta cifra, que refleja el esfuerzo por preservar uno de los ecosistemas marinos más importantes del Mediterráneo, ha sido alcanzada pese a las condiciones meteorológicas adversas que afectaron la llegada de embarcaciones durante los meses de verano.
En Ibiza, el servicio realizó más de 24.000 intervenciones, mientras que en Formentera la cifra superó las 46.000. Estas operaciones incluyeron la revisión de fondeos, de los cuales más del 10% en Ibiza y el 1% en Formentera resultaron ser incorrectos, obligando a las embarcaciones a reubicarse para evitar daños en las praderas de posidonia.
Nuevas tecnologías
La implementación de nuevas tecnologías, como el uso de aplicaciones cartográficas, ha sido fundamental para optimizar este proceso, especialmente en las embarcaciones de gran eslora.
El consejero de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet, destacó la importancia de las mejoras aplicadas este año. «Hemos avanzado significativamente en la protección de nuestras praderas de posidonia, no solo gracias a la coordinación entre las diferentes autoridades, sino también al uso de tecnologías innovadoras que nos han permitido una gestión más eficiente y rápida», afirmó Simonet.
Además, subrayó que el trabajo realizado en las Islas Baleares está sirviendo como ejemplo internacional para otras regiones que buscan mejorar la conservación de sus ecosistemas marinos.
La vigilancia y control de los fondeos es esencial para evitar la destrucción de la posidonia, una planta marina que desempeña un papel clave en la salud del ecosistema submarino, aportando oxígeno y sirviendo de refugio a numerosas especies.
Zonas con mayor presión
Las zonas con mayor presión en Ibiza, como Porroig, cala Jondal y la bahía de Sant Antoni, han sido especialmente monitoreadas durante esta temporada, al igual que en Formentera, donde la vigilancia ha sido constante.
A lo largo de la temporada, las operaciones conjuntas con la Guardia Civil y otros organismos han sido clave para garantizar la protección de este ecosistema. Destaca la intervención del 21 de agosto en Talamanca, donde se detectaron varios fondeos irregulares que afectaban gravemente las praderas de posidonia, lo que llevó a la emisión de varias sanciones.
Este año, las Islas Baleares han sido visitadas por delegaciones internacionales interesadas en conocer las medidas adoptadas para la protección de la posidonia. Entre ellas, representantes de Turquía y la Región de Murcia, que han mostrado interés en implementar iniciativas similares en sus propias costas.