El incendio de Jarilla (Cáceres) no da tregua a cinco días de su inicio. Hasta el momento, ha arrasado ya 11.000 hectáreas, a lo que se suma que 130 kilómetros del perímetro continúan con pronóstico “desfavorable”. En ese contexto, la Junta de Extremadura centra su atención en el flanco norte del fuego, que “sigue desbocado”, según fuentes del Gobierno autonómico, y ha provocado nuevos confinamientos y desalojos.
Durante la mañana del domingo, eran ocho los incendios activos en Extremadura. Por ese motivo, los medios desplegados tuvieron que emplearse a fondo a lo largo de la noche, con especial atención en el fuego de Jarilla, que se originó el martes por un rayo.
En paralelo, ha sido evacuado el municipio de Gargantilla (360 habitantes), así como unas 80 viviendas de la zona periurbana de Hervás (4.000 habitantes). Asimismo, dicho pueblo ha sido confinado, aunque las autoridades se muestran optimistas: el viento es “favorable” y no se prevé que el foco alcance el núcleo urbano, según los efectivos desplazados. Sin embargo, podría verse afectado el castañar, considerado Paisaje Protegido.
Sumado a esto, crece la preocupación por la situación de Castilla y León. Es que las llamas se encuentran a pocos kilómetros de Salamanca, por lo que los bomberos aseguran que es muy probable que el incendio traspase la frontera extremeña en las próximas horas.
En tanto, el viernes se dio por estabilizada la situación en los municipios de Cabezabellosa, Villar de Plasencia y Jarilla, ubicados junto al Valle del Jerte. Ante ese panorama, decenas de desalojados regresaron a sus viviendas.

Sin embargo, en la tarde del sábado se provocó un pirocúmulo (nube que se forma por el intenso calor de los incendios forestales) a raíz de las condiciones meteorológicas, lo que agravó la situación en otros focos. “La parte norte tiene vida propia y no permite trazar una estrategia”, ha afirmado a primera hora de este domingo el consejero de Presidencia, Abel Bautista.
Justamente, la Guardia Civil tuvo que tuvo que desalojar el municipio de Gargantilla y confinar Hervás pasadas las 11.00 por el avance del fuego por el puerto de Honduras, en el Valle de Ambroz. En ese contexto, las autoridades han pedido a los residentes permanecer en el interior de sus hogares con las ventanas y puertas cerradas, a fin de no inhalar humo. Por su parte, los vecinos de Hervás expresaron su preocupación, tanto por las viviendas como por la posible quema de ejemplares del castaño gallego, que tiene en el puerto de Honduras una de las masas más importantes de España.
En el sur, los medios de extinción trabajaron durante la noche para que las llamas no alcanzaran la ciudad de Plasencia (40.000 habitantes). Según datos de la Junta de Extremadura, en el incendio de Jarilla trabajan diez Unidades de Bomberos forestales, dos equipos de maquinaria, seis agentes del Medio Natural, seis técnicos de extinción, dos efectivos del equipo de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF), dos secciones de la Unidad Militar de Emergencia (UME) y 17 medios aéreos. Además, ha llegado un helicóptero de Eslovaquia y “medios” de Alemania de apoyo para toda la comunidad.
Desde el ejecutivo autonómico explicaron que la caída de rayos, las altas temperaturas, la velocidad del viento y los “pirómanos” han confluido de manera “extraordinaria” desatando un inusual número de incendios simultáneos este verano en Extremadura. En ese sentido, los bomberos desplazados se refirieron a la dificultad para contener la situación con tantos focos a la vez. “Este verano es una locura por la cantidad de incendios. No hay medios, pero porque están muy repartidos”, indicaba un efectivo de la Diputación de Cáceres mientras trabajaba en Hervás este domingo.
La discusión política en torno al incendio de Jarilla
El incendio de Jarilla ha impactado en la política, con acusaciones cruzadas entre autoridades. Al respecto, la presidenta de la comunidad, la popular María Guardiola, acusó al Gobierno de España de realizar un envío “insuficiente” de medios a Extremadura, en lo que ha sido calificado como una semana “insólita” para la región por la simultaneidad de focos.
En concordancia con su postura, el consejero de Presidencia, Abel Bautista, habló desde el puesto de mando avanzado y enumeró los medios solicitados al Ejecutivo central y los concedidos, subrayando que son muchos menos de los exigidos. La responsabilidad de extinguir incendios corresponde, en cualquier caso, al Gobierno autonómico.

Sumado a esto, la presidenta de la comunidad ha asegurado que han pedido al Gobierno más medios, así como la intervención del Ejército de Tierra. Sin embargo, según explicó, el delegado del Gobierno en la comunidad, José Luis Quintana, les ha comunicado que “no tiene capacidad para mandar más medios a un incendio que tiene un perímetro de más de 100 kilómetros”, censurando sus palabras.
Por su parte, la Administración central desmintió no tener esa capacidad. “Aunque la extinción de incendios es competencia de las comunidades autónomas, el Gobierno de España, desde el minuto uno, ha estado y está al lado de la Junta de Extremadura para extinguir los incendios”, ha insistido Quintana en declaraciones recogidas por Europa Press.