Queda menos de un día para que se lleve a cabo el desalojo de Can Rova 2, en suspenso desde hace tres meses. A horas de que el Ayuntamiento de Santa Eulària desmantele el asentamiento chabolista, las familias no saben a dónde irán y muchas de ellas han acudido al departamento de Servicios Sociales del Consistorio para solicitar asistencia.
Según los últimos datos provistos por el Ayuntamiento, desde el anuncio de la fecha de desalojo, ha atendido un total de 11 menores, repartidos en siete parejas con hijos y una mujer sola con hijos. Además, hay 23 adultos sin cargas familiares, de los cuales hay nueve parejas, dos hombres solos y tres mujeres solas, sin vínculo familiar. A ellos se suma una persona que requiere atención por motivos de salud debido a una enfermedad incapacitante, y dos parejas más, en ambos casos con las mujeres embarazadas.
«Estos datos reflejan el impacto y la diversidad de la situación social que gestiona nuestro servicio, trabajando para ofrecer la mejor atención posible a todas las personas afectadas», ha evaluado el Ayuntamiento.
Cuántas personas viven en Can Rova 2 y qué pasará con ellas
No hay una cifra oficial de cuántas personas habitan este asentamiento chabolista, ya que el Ayuntamiento no ha podido ingresar y realizar un conteo formal. Dentro del propio asentamiento estiman ser unas 300 personas.
Recientemente, Richard, uno de los habitantes de Can Rova 2, ha contado a La Voz de Ibiza que entre las familias del lugar en general reina la incertidumbre sobre cuál será su nuevo destino, ya que conseguir habitaciones resulta imposible en plena temporada turística. Por el momento, aguardan el momento del desalojo, aunque responderán pacíficamente a las indicaciones del Ayuntamiento.
Por qué se lleva adelante el desalojo
El Ayuntamiento ha reiterado en numerosas ocasiones de los riesgos sanitarios, ecológicos y de incendio a los que están expuestas las familias que habitan Can Rova 2. Algo que se vuelve más preocupante al constatarse la presencia de varios niños y niñas.
El desalojo había comenzado en abril, pero un recurso judicial presentado por los habitantes del lugar obligó a frenarlo. En ese momento, los habitantes de Can Rova 2 argumentaron que no tenían constancia de que el Consistorio planeara el desalojo y que no habían tenido tiempo de plantear argumentos ni buscar alternativas habitacionales.
Recientemente, luego de que la Justicia habilitara nuevamente el desalojo, los habitantes de Can Rova 2 también buscaron aplazar la medida hasta fines de agosto, un pedido que fue rechazado.