Al grito de “insularidad”, funcionarios del Estado de Ibiza y Formentera se han concentrado esta mañana en la puerta del nuevo edificio judicial, situado en la calle Madrid en el municipio de Vila, para reclamar un plus que mejores sus salarios.
La manifestación, que se ha extendido entre las 10:30 y las 11 horas, ha sido convocada por la unidad inter sindical “Insularidad Digna”, que reúne a 21 organizaciones diferentes de trabajadores del Estado en Baleares del ámbito de la Administración General del Estado, Agencia Tributaria, Justicia, Policía Nacional y Guardia Civil.
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En términos generales, reclaman al Gobierno central que la falta de una actualización adecuada ha provocado una alta rotación de personal en las islas, con estimaciones que indican que hasta un 90 por ciento de los funcionarios asignados a Baleares abandonan sus puestos debido a la falta de incentivos.

Además, las protestas continuarán todos los viernes de junio en distintos centros de trabajo de la Administración General del Estado en Baleares, con el objetivo de visibilizar la situación y presionar al Gobierno central para que adopte medidas que garanticen una compensación justa por la insularidad.
«A pesar del número y la importancia de los servicios públicos que ofrece, este sector languidece tras años de abandono por parte de las administraciones y de los dirigentes políticos, que ha descapitalizado de empleados públicos los diferentes sectores, con el envejecimiento y la pérdida del 25% o más de las plantillas, cuando al mismo tiempo el censo de población de las Islas ha crecido de forma notable, lo que significa mayor carga de trabajo para el personal y peor servicio para los ciudadanos», detallan desde Insularidad Digna.
Este grave problema, lejos de solucionarse, «se está agravando por el coste de la vida y el precio de la vivienda, mucho más elevado que en el resto de España, y si a esto le sumamos los inconvenientes derivados de la insularidad (transporte, desarrollo familiar y personal) y realidad lingüística, el resultado es que se trata de un destino poco atractivo y es mayoritariamente rechazado».