La modelo española Esther Cañadas reveló que una enfermedad autoinmune poco conocida la obligó a alejarse por largo tiempo del mundo de la moda. Durante esos años, vivió con apenas un 10 % de su energía, según contó en una entrevista. Los secretos de su batalla silenciosa, entre tratamientos, incertidumbres médicas y un proceso personal que la llevó a reconstruirse lejos de los flashes.
¿Qué le sucedió a Esther Cañadas?

Todo empezó hace más de una década, con síntomas aparentemente inespecíficos: fiebre sin motivo aparente, fatiga extrema, sensación de que su cuerpo ya no respondía como antes. Sus vasos capilares estaban gravemente frágiles, mientras los médicos no daban con un diagnóstico claro.
Con el tiempo descubrió que padecía vasculitis, una enfermedad autoinmune en la cual los vasos sanguíneos se inflaman, dificultando el flujo sanguíneo y pudiendo afectar varios órganos: para ella fue un golpe, porque su vida profesional estaba basada en la energía, en estar continuamente iluminada, en rendir todos los días.
Quienes la seguían vieron cómo desapareció de los escenarios: su cuerpo pedía reposo, mientras que los diagnósticos y tratamientos tardaban en asentarse.
La recuperación, la lucha interna y su maternidad

Los años de aislamiento le permitieron reencontrarse con sí misma. Esther probó tratamientos experimentales, buscó ayuda profesional, pero también recurrió a herramientas más introspectivas: meditación, prácticas para aliviar el peso mental del sufrimiento, y aceptar que no todo estaba bajo su control. “Hubo momentos en los que pensé: ‘este día, aquí te quedas’”, dijo.
Un punto de inflexión fue la maternidad: su hija Galia, nacida en 2014, le dio otro sentido, una motivación extra. Pudo criarla, dedicarle tiempo, incluso mientras su propia salud estaba en reconstrucción.
“No me he perdido nada y eso no me lo quita nadie, eso es un regalo”, confesó. Poco a poco, con paciencia, tratamiento, reposo y atención tanto física como mental, Cañadas se fue recuperando.
Ya recuperada, Esther retomó actividad en 2020, cuando desfiló para Balmain, y en 2024 reapareció en televisión con Mask Singer. Si bien reconoce que la enfermedad la dejó marcada, también asegura que la ha hecho más consciente de lo que verdaderamente importa.