La intervención de Marga Prohens no ha dejado indiferente a nadie. En plena rueda de prensa, la presidenta del Govern fue rotunda: “En Formentera habría una mafia perfectamente organizada que recoge a los migrantes llegados en las pateras en una furgoneta”.
No se trata de una sospecha, insistió, sino de un hecho “comprobado”, como ocurrió días atrás en s’Estanyol (Mallorca), donde una decena de inmigrantes logró huir en una van gris, dejando a las autoridades en jaque.
Prohens apuntó directamente al Gobierno central, al que responsabilizó de la situación actual por su “no política de inmigración” y su “no política exterior”, lo que a su juicio ha provocado un “efecto llamada” que Baleares “no puede resistir más”.
La presidenta aseguró que comprende y empatiza con la situación crítica de Formentera, donde el Consell insular no dispone de recursos para atender una llegada masiva de menores migrantes, y reclamó unidad política y soluciones inmediatas.
El caso que disparó las alarmas: la van gris de Mallorca
La denuncia de Prohens llega tras un episodio sin precedentes, recogido en vídeo y difundido por OKDIARIO. El lunes por la noche, una patera arribó a la costa de S’Estanyol, en Llucmajor (Mallorca).
En lugar de permanecer en la playa como solía ser habitual, casi todos los migrantes de origen magrebí fueron recogidos por una furgoneta gris que los esperaba junto al mar, desapareciendo antes de que la Guardia Civil y la Policía Local llegasen al lugar. Sólo cinco pudieron ser interceptados; el resto permanece en paradero desconocido.
OKDIARIO subraya que los residentes locales grabaron la escena y entregaron las imágenes a las fuerzas de seguridad. Para la policía, este salto en el modus operandi representa un nivel de organización inédito hasta ahora, con una red logística que permite a los migrantes eludir el control policial nada más pisar tierra.
Se ha abierto una investigación urgente para localizar tanto a los ocupantes de la furgoneta como a los migrantes fugados, y las fuerzas de seguridad no descartan la presencia de organizaciones criminales tras el suceso.
Competencias, recursos y una isla al límite
El trasfondo de la denuncia de Prohens es la presión que sufren los recursos autonómicos y, especialmente, insulares.
Formentera, con competencias en menores desde su origen como consell insular, “no está preparada para una llegada masiva de menores migrantes”, recordó la presidenta, señalando que las competencias en la materia nunca estuvieron pensadas para este tipo de crisis.
Prohens mostró su apoyo al presidente del Consell, Óscar Portas, y reclamó que el Gobierno central “no le deje solo”.
La mandataria balear advirtió que Baleares está “totalmente abandonada por el Gobierno” y que la situación ha alcanzado una “alarma ciudadana”, con pateras llegando “delante de las costas y las casas de la gente”.
Prohens prometió que hará “todo lo que esté en sus manos” para frenar el “efecto llamada”, proponiendo medidas como la regularización de las ayudas a migrantes y nuevas pruebas para determinar la edad de los recién llegados.
Reuniones urgentes y exigencias al Estado
La presidenta explicó que ha solicitado una reunión entre los cuatro presidentes insulares, el comisario europeo de Asuntos Interiores e Inmigración, Magnus Brunner, y el delegado del Gobierno en Baleares, Alfonso Rodríguez. Prohens exigió a Rodríguez “dejar de ponerse de perfil” y criticó su falta de acción, acusándolo de “estar de vacaciones” desde que asumió el cargo.
Aseguró que mientras en Madrid “se niega que haya una ruta entre Argelia y Baleares”, en la calle “está muy claro que existe”.
“Hay un Gobierno de España que no gobierna, sino que resiste. Un Gobierno de España que no defiende a los baleares, sino que se defiende en los tribunales. Pero, si no pueden más, que convoquen elecciones, porque el Govern tampoco puede más”, sentenció Prohens, marcando un antes y un después en la postura institucional sobre la inmigración irregular en las islas.
Un fenómeno en auge y un verano en tensión
La denuncia de Prohens y el episodio de la van en Mallorca se suman a un verano especialmente tenso en Baleares, donde la llegada de pateras bate récords. Casi 3.000 migrantes han llegado a las islas en lo que va de 2025, doblando cifras de años anteriores y superando la capacidad de respuesta de las instituciones y los cuerpos de seguridad.
Mientras sigue abierta la investigación sobre la fuga organizada en la costa de Mallorca, el debate social y político sobre el control migratorio, las mafias y los recursos públicos no deja de crecer en las islas.