Los socorristas de las playas de Baleares iniciarán el domingo 28 de septiembre una huelga indefinida que amenaza con dejar sin cobertura de salvamento a municipios turísticos clave como Palma, Calvià, Ibiza, Sant Josep o Sant Antoni. La protesta, convocada por la Unió Socorristes Balears (CGT), pretende visibilizar la precariedad laboral y la falta de financiación que, denuncian, arrastra el sector desde hace años.
El colectivo asegura que sus condiciones son «incompatibles con una vida digna», con sueldos depreciados por la inflación, contratos temporales y un mercado de la vivienda que les impide independizarse. En su comunicado, señalan directamente al Govern balear y a la presidenta Marga Prohens, a quienes acusan de ignorar tanto la crisis habitacional como la oportunidad de invertir los beneficios del turismo en reforzar los servicios públicos.
Las críticas se extienden a la Dirección General de Emergencias, dirigida por Pablo Gárriz, a la que responsabilizan de tolerar incumplimientos del Decreto de Mínimos que dejan playas sin vigilancia o permiten contratar personal sin la titulación necesaria. «Cada vez vale menos una vida para este gobierno», denuncian.
Los socorristas insisten en que su trabajo es equiparable a un servicio de salud pública y comparan la reducción de turnos o plantillas con «cerrar un hospital». También arremeten contra las empresas concesionarias, a las que acusan de anteponer la rentabilidad a la seguridad.
La convocatoria se mantendrá indefinida hasta que el Govern ofrezca medidas concretas y un compromiso firme para garantizar tanto la seguridad de los bañistas como unas condiciones laborales dignas.