Una curiosa mancha oscura en el dorso de la mano derecha de Donald Trump, observada en imágenes recientes, ha despertado cierta inquietud sobre su estado de salud. Las fotografías, captadas durante actos oficiales, muestran un hematoma de tonalidad púrpura que, en ocasiones, parece estar oculto bajo maquillaje.
Qué dicen los médicos sobre la salud de Donald Trump

El equipo médico que atiende al mandatario estadounidense ha restado importancia al asunto: el doctor Sean Barbabella, responsable de su seguimiento sanitario, explicó que la marca es producto de los apretones de mano constantes a los que Donald Trump está sometido en actos y reuniones, en combinación con el consumo habitual de aspirina, prescrita como medida preventiva cardiovascular. Según el profesional, se trata de una irritación superficial sin mayor trascendencia clínica.
A ello se suma un diagnóstico que ya se hizo público el pasado mes de julio: el expresidente padece insuficiencia venosa crónica, una dolencia frecuente en personas mayores de setenta años que puede ocasionar leves hinchazones en las extremidades, sobre todo en tobillos y pies. Aunque no reviste gravedad, este cuadro alimenta las especulaciones cada vez que Trump aparece con algún signo visible en su cuerpo.
Una preocupación que va más allá de la mancha

La aparición de la mancha en la mano de Donald Trump no se interpreta como un hecho aislado: sus breves periodos de ausencia pública en las últimas semanas y las imágenes en las que se le han visto los tobillos hinchados han reforzado la idea de que podría haber un trasfondo mayor en su estado de salud. Todo ello ha alimentado las especulaciones y ha hecho que el asunto trascienda de lo meramente estético.
La preocupación ha calado tanto en la prensa nacional como en los medios internacionales, donde el debate se centra en la falta de transparencia en torno a la salud del presidente estadounidense. Cada nuevo detalle observado en sus apariciones públicas se convierte en motivo de análisis y aumenta la presión sobre la Casa Blanca para ofrecer información más clara y completa.
Transparencia y dudas que persisten

Mientras tanto, el propio Donald Trump se ha mostrado despreocupado ante la polémica y ha tratado de restar importancia a las especulaciones. En diferentes comparecencias ha insistido en que se encuentra “en plena forma” y que su salud es “mejor que nunca”, asegurando incluso que los médicos le dicen que está “fuerte como un toro”.
El contraste entre la tranquilidad que transmite el mandatario y la preocupación que despiertan sus imágenes más recientes hace que cada gesto y declaración sobre su salud adquieran una dimensión política, en un momento en el que cualquier signo de debilidad puede tener consecuencias en su proyección internacional.