La reforma de la ley antitabaco, aprobada como anteproyecto esta semana en el Consejo de Ministros, ha generado un fuerte rechazo entre los restauradores de Baleares, que califican la prohibición de fumar en terrazas de “desproporcionada” y alertan de efectos colaterales que podrían sentirse tanto en los negocios como en las calles.
El texto, que aún debe pasar por el Congreso para su aprobación definitiva, extiende la prohibición de fumar a espacios públicos como instalaciones deportivas, parques infantiles y centros educativos. También equipara los cigarrillos electrónicos al tabaco convencional e impide por primera vez su consumo en menores.
Críticas del sector
En declaraciones a Cadena SER, Juan Miguel Ferrer, presidente de los restauradores en la patronal CAEB, defendió que la hostelería debería tener la libertad de organizar sus terrazas: “La medida es desproporcionada. Los empresarios podríamos optar por terrazas libres de humo, zonas para fumadores o locales diferenciados. No hace falta imponerlo todo por ley”.
Los hosteleros temen que esta norma hunda aún más las ventas, en un contexto de facturación ya debilitada por la inflación y el encarecimiento de vuelos y hoteles.
“Muchos de nuestros clientes son fumadores. Si no pueden fumar en terraza, ni consumen”, advirtió una camarera en Palma entrevistada en el mismo programa.
Problemas en la calle
Más allá de la caída en el consumo, los restauradores avisan de efectos indeseados fuera de los bares. Según Ferrer, la prohibición trasladará el humo y las colillas a portales y aceras, generando más quejas vecinales y suciedad. “Nos obligan a ser policías de la administración, pero al final el problema se mueve a la calle”, señaló.
Las críticas desde Baleares se suman a las del sector de hostelería a nivel nacional. Hostelería de España ha dicho que la medida perjudicará al turismo, ya que España quedará como uno de los países europeos con más restricciones en la materia. Y que, además, será perjudicial para la salud: aseguran que fumadores optarán por hacerlo en su domicilio (un espacio más cerrado) en lugar de en la terraza de un bar.
La visión sanitaria
En contraste, la Asociación Española contra el Cáncer en Baleares aplaudió la reforma. Su presidente, José Reyes, defendió en Cadena SER que el 70% de la población no fuma y que incluso el 90% de los fumadores apoya ampliar los espacios libres de humo. “No es una polémica real en la calle. Está en juego la salud de todos”, aseguró.
Reyes recordó que en Baleares se registran unas 700 muertes anuales por cáncer de pulmón, y subrayó que reducir el acceso al tabaco es clave para prevenir el inicio en el consumo, sobre todo entre los más jóvenes.
Debate abierto
El anteproyecto aún no es definitivo, pero ya ha encendido el debate social. Mientras los fumadores temen un recorte de libertades, los no fumadores celebran poder disfrutar de una terraza sin humo. El futuro de la norma se decidirá en el trámite parlamentario, donde necesitará mayoría para salir adelante.