Una patera con una veintena de inmigrantes ha llegado en la mañana del 24 de febrero a las costas de Formentera, concretamente en la zona de Es Pou des Verro. En un vídeo registrado en el momento del desembarco y compartido en la redes de Formentera Radio, se observa a los ocupantes de la embarcación tocando tierra tras cruzar el Mediterráneo en una travesía de alto riesgo.
La llegada de esta nueva embarcación se suma a una serie de desembarcos que han marcado los últimos meses en las Islas Baleares. El pasado 21 de febrero, la Guardia Civil interceptó en Formentera una patera con 12 personas en la zona de Es Ram, mientras que al día siguiente se rescató a 19 migrantes en Ibiza, seis de ellos con síntomas de deshidratación e hipotermia tras una travesía extremadamente dura.
El incremento en la llegada de pateras ha generado una presión constante sobre las autoridades locales, que afrontan dificultades para gestionar la creciente migración irregular. En el caso de Formentera, la situación es aún más crítica debido a la falta de recursos y al bloqueo en la devolución de competencias sobre los 109 menores migrantes no acompañados que permanecen bajo la tutela del Consell de Formentera, un problema que sigue sin resolverse.
Sin avances en la devolución de competencias sobre 109 menores migrantes en Formentera
Ruta migratoria
La ruta migratoria entre Argelia y las Islas Pitiusas se ha convertido en uno de los principales corredores de llegada de embarcaciones irregulares a España. Aunque el trayecto es más corto que el de la ruta canaria, sigue representando un alto riesgo para quienes intentan cruzarlo. Según datos de Caminando Fronteras, más de 500 personas perdieron la vida en esta travesía en 2024, una cifra que evidencia la peligrosidad del trayecto.
En los últimos meses, se ha detectado un cambio en el perfil de los migrantes que llegan a Baleares. A las habituales embarcaciones con hombres jóvenes de origen argelino, se han sumado mujeres y menores que huyen de situaciones extremas en sus países de origen. Este fenómeno ha llevado a las administraciones a demandar más recursos y coordinación para gestionar de manera eficaz la crisis migratoria en el Mediterráneo.
Este nuevo desembarco registrado en vídeo confirma que la presión migratoria en Baleares sigue en aumento y que, mientras las causas estructurales de la migración no sean abordadas, la llegada de embarcaciones continuará siendo una constante en las costas del archipiélago.