La Policía Local de Ibiza ha reforzado estos días los controles específicos dirigidos a los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), especialmente a los patinetes eléctricos, con el objetivo de garantizar la seguridad vial en el municipio.
Durante los operativos, los agentes han utilizado un dispositivo dinamómetro que permite medir con precisión la velocidad y la potencia de estos vehículos.
Según ha informado el cuerpo municipal a través de sus redes sociales, se han verificado varios VMP en distintos puntos del término municipal. El foco principal ha sido comprobar si los vehículos cumplen con el límite legal de velocidad establecido: 25 kilómetros por hora.
Aquellos que superan esta velocidad dejan de ser considerados VMP y, por tanto, no están autorizados a circular por la vía pública, lo que puede derivar en sanciones e incluso en la inmovilización del vehículo.
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“Superar esta velocidad convierte al VMP en un vehículo no autorizado para circular por la vía pública, con las consecuencias legales que ello implica”, han recordado desde la Policía Local, que subraya que estos controles tienen como finalidad “prevenir accidentes, mejorar la convivencia vial y garantizar la seguridad de todos los usuarios”.
Los agentes han anunciado que continuarán con estos controles de forma periódica. “La seguridad es responsabilidad de todos”, concluyen desde el cuerpo policial.
Cómo funciona el dinamómetro VMPs
El dinamómetro es un dispositivo portátil homologado que permite realizar pruebas rápidas en tiempo real para determinar las prestaciones técnicas de un patinete eléctrico. Una vez conectado al vehículo, mide parámetros como la velocidad máxima y la potencia del motor. Si los resultados superan los límites legales, el dispositivo emite un informe técnico válido como prueba en procedimientos policiales o administrativos.
Esta tecnología ya ha sido utilizada en ciudades como Valencia, donde se emplea para sacar de circulación a los patinetes eléctricos modificados. Según las autoridades, muchos de estos vehículos trucados pueden alcanzar velocidades superiores a los 50 km/h, representando un peligro significativo en entornos urbanos.
En caso de detectar irregularidades, la Policía podrá inmovilizar el patinete y aplicar la multa correspondiente. Además, el propietario deberá adaptar el vehículo a la normativa antes de poder volver a utilizarlo.
La normativa de patinetes eléctricos en Ibiza
En el municipio de Ibiza, la normativa establece que los patinetes eléctricos no pueden superar los 25 km/h y deben circular exclusivamente por carriles bici o calles peatonales, donde la velocidad máxima permitida es de 10 km/h.
Está prohibido transitar por aceras, túneles urbanos, autopistas, travesías y vías interurbanas. El uso del casco es obligatorio, al igual que prendas reflectantes para garantizar la visibilidad.
Otros requisitos incluyen la presencia de un timbre y alumbrado cuando se circula de noche o en condiciones de baja visibilidad. Los conductores de patinetes también deben abstenerse de usar auriculares, dispositivos móviles o cualquier sistema que implique distracción manual. La edad mínima para manejar un VMP en Ibiza es de 15 años.
En cuanto a sanciones, las multas por incumplir la normativa pueden alcanzar los 602 euros. Además, conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas puede derivar en multas de hasta 1.000 euros e incluso la inmovilización del vehículo.