La esperada continuación de La Ruta, una de las series españolas más premiadas de los últimos años, ya puede verse en Atresplayer. Con el título La Ruta Vol. 2: Ibiza, la producción regresa con nueva ambientación y un enfoque más íntimo, donde la isla se convierte en escenario y símbolo de una época que marcó a toda una generación.
De la utopía al desencanto
Ambientada en dos tiempos —los años 70 y los 90—, la serie sigue a Marc Ribó (Àlex Monner), DJ residente en Amnesia durante el auge de la música electrónica y del turismo de masas. En contraste, el relato paralelo muestra a sus padres en una Ibiza muy distinta: la de los primeros hippies, la libertad soñada y el espíritu comunitario, poco antes del trágico accidente del Caravelle de 1972. Las dos líneas narrativas se reflejan como un eco entre generaciones: la juventud que construyó un ideal y la que observa cómo ese ideal se desvanece.
Dirigida por Borja Soler, esta nueva entrega ofrece una mirada más cruda y sensorial de la isla. No hay clichés de playas ni fiestas interminables, sino una Ibiza viva, contradictoria y en transformación. La fotografía combina los tonos cálidos del pasado con los neones del presente, construyendo una atmósfera cargada de nostalgia y vértigo.
Interpretaciones y emociones
Àlex Monner vuelve a demostrar su versatilidad al interpretar tanto al hijo como al padre, personajes que representan dos formas opuestas de mirar la vida. Le acompañan Carla Díaz, Irene Escolar y Marina Salas, en un reparto que apuesta por la contención y los silencios tanto como por la emoción.
Bajo su estética nocturna y su potente banda sonora, La Ruta Vol. 2: Ibiza propone una reflexión sobre el tiempo, la herencia familiar y la pérdida de la inocencia colectiva. Ibiza, más que un escenario, se convierte en el alma de la historia: un lugar donde los sueños, la libertad y el desencanto bailan al mismo ritmo.












