Las reservas hídricas de Baleares se redujeron al 43 % de la capacidad de los acuíferos en agosto, 3 puntos menos que en junio y 8 menos (-15 %) que en el mismo mes de 2023, lo que en el caso de la unidad de demanda del Pla de Mallorca conlleva la declaración de situación de alerta.
Esta misma situación ya estaba declarada en Formentera y el resto del archipiélago, el 82 % de la superficie de las islas, está en situación de preelaerta.
De julio a agosto, las reservas de los acuíferos de Mallorca bajaron del 47 al 43 %; las de Menorca, del 44 al 39 %, y las de Ibiza se mantienen estables en el 32 %.
Estos son los principales resultados del balance mensual hecho público este miércoles por la Conselleria del Mar y el Ciclo del Agua.
El plan de sequía autonómico establece que, en situación de alerta, los ayuntamientos y las entidades gestoras sin conexión a desalinizadoras tendrán que realizar limitar el riego de jardines, la limpieza de calles, los usos ornamentales del agua y las duchas de playa.
«Las empresas que suministran agua en camiones tendrán la obligación de sustituir el 50 % del total del volumen que se debe suministrar por agua desalada, siempre que estén situadas dentro de un radio de 15 km de un dispensador de agua desalada», indica en un comunicado el departamento de Juan Manuel Lafuente.
Asimismo, las viviendas en suelo rústico tienen la obligación de reducir un 20 % el consumo de agua y las administraciones y entidades gestoras tienen que hacer campañas para fomentar el ahorro de agua.
«Considerando la situación actual, la época del año y las precipitaciones registradas durante agosto, se prevé que las reservas aumenten a nivel de toda Baleares durante el mes de septiembre», resalta el Govern.
