Laura Matamoros se convirtió este miércoles en una de las protagonistas de Y Ahora Sonsoles (Antena 3) al sentarse frente a Sonsoles Ónega para hablar, sin filtros, sobre su vida personal, su carrera como creadora de contenido y la exposición pública que ha marcado su historia desde niña.
La hija de Kiko Matamoros y Marián Flores abrió una ventana poco conocida de su intimidad, repasando una infancia marcada por la separación de sus padres y un presente en el que trata de proteger a sus hijos de las heridas que a ella le costó años gestionar.
Los recuerdos de su infancia
Durante la conversación, Laura reconoció que crecer con padres mediáticos no fue tan sencillo como muchos imaginan. Explicó que la ruptura de su familia dejó una huella que, a día de hoy, aún puede remover emociones que creía superadas.
“Muchos piensan que lo he tenido todo fácil, pero no es así. He pasado por momentos complicados y he tenido que trabajar mucho para estar donde estoy”, comentó, visiblemente afectada.
La influencer, actualmente separada de Benji Aparicio (padre de sus hijos Matías y Benjamín) aseguró que una de sus prioridades ha sido evitar que sus pequeños vivan situaciones similares a las que ella experimentó con su hermano Diego.
“Hay cosas que los niños oyen, sienten y les afectan. No quería que revivieran lo mismo que me marcó a mí”, confesó antes de reconocer que, a pesar del tiempo, “la herida sigue ahí”.
La enfermedad de Laura Matamoros: qué es el glaucoma que afecta a su visión
El momento más delicado de la entrevista llegó cuando Sonsoles Ónega le preguntó por el problema de salud que arrastra desde hace tiempo. Matamoros confirmó que padece glaucoma, una enfermedad ocular que le ha deteriorado el nervio óptico y le ha reducido gravemente el campo de visión.
“Veo muy poco de la mitad del ojo hacia abajo”, explicó. El problema afecta a su ojo derecho y, antes del diagnóstico definitivo, los médicos incluso llegaron a sospechar de un posible tumor cerebral. “Afortunadamente no era eso. Ahora está controlado y no he perdido más visión, pero tuve muchos sustos”, relató.
La influencer asegura que ya ha aprendido a convivir con la limitación, aunque no deja de ser una condición que altera su día a día: “Es algo que forma parte de mi vida. Solo espero que no avance”.
La vida detrás del móvil y las redes
Más allá de su situación personal y de salud, Matamoros habló de su labor como profesional del contenido digital. Defendió la dedicación y el esfuerzo que requieren las plataformas donde trabaja y recordó que, aunque muchos lo infravaloren, las redes sociales son para ella y para muchas compañeras una profesión real y exigente.
“Hay muchísimo trabajo detrás. Me alegra que poco a poco se reconozca este sector como una profesión seria”, afirmó.











