El acceso a la zona que oficia como mirador de Es Vedrà, una de las postales más icónicas de Ibiza, se ha convertido en territorio restringido. Ni coches ni peatones pueden llegar ya hasta S’Era d’Es Mataret, y mientras el espacio permanece cerrado al público, algunas empresas han comenzado a operar excursiones privadas dentro de los terrenos. Así lo reconoció este jueves el alcalde de Sant Josep, Vicent Roig, en el pleno municipal: “Lo que no puede ser es que si ahora quiero ir a ciertas zonas de Cala d’Hort, tenga que pagar 300 euros a una empresa holandesa para hacer un tracking por esa zona”.
Estas palabras reavivan el debate sobre la privatización de facto del entorno del mirador de Es Vedrà, ubicado en terrenos de titularidad privada. Aunque el islote en sí no está en disputa —Es Vedrà es un espacio protegido y deshabitado— el camino hacia el mirador más fotografiado de la isla está completamente bloqueado, vallado y sin acceso libre.
Sin acuerdo con la propiedad y sin interés general
El alcalde confirmó que la propiedad del terreno lleva desde 2015 intentando obtener el reconocimiento de interés general para legalizar y explotar el aparcamiento, algo que aún no se ha conseguido. Mientras tanto, el Ayuntamiento trata de alcanzar un acuerdo de cesión o alquiler para habilitar un aparcamiento público, pero el proceso se encuentra atascado.
“La finca tiene otras problemáticas, y debemos resolverlo todo con garantías y seguridad”, explicó Roig, que también denunció las contradicciones de quienes han cerrado los accesos pero ahora permiten actividades privadas: “Cuando estaban abiertas, que hubiera gente era malo; cuando están cerradas, que haya gente es bueno. Creo que debemos hacérnoslo mirar entre todos”.
Semana Santa agrava la tensión: coches mal aparcados y confusión
Pese a que aún no ha comenzado oficialmente la temporada alta, los días festivos de Semana Santa pusieron a prueba el cierre de accesos. Cientos de vehículos estacionaron de forma irregular en los márgenes de la carretera de Cala d’Hort, y muchos visitantes se encontraron sin posibilidad de llegar al mirador ni siquiera a pie. La confusión y falta de información generaron escenas de caos que ya preocupan a vecinos y autoridades, a pesar de que, como reconoció el alcalde, el refuerzo de vigilancia anunciado con cámaras y patrullas no llegará hasta 2026.
De momento, se han iniciado sanciones puntuales, y el Ayuntamiento asegura que esta misma temporada se intentará aumentar la presencia policial, aunque reconoce las limitaciones de personal. Roig anunció que 14 nuevos agentes están a punto de incorporarse, pero admitió que no se puede garantizar vigilancia constante: “No podemos estar en todos los sitios a la vez”.
Turismo exclusivo y residentes excluidos
Mientras tanto, el cierre del acceso a pie y el bloqueo de los aparcamientos han dejado fuera a miles de turistas que buscaban disfrutar de uno de los paisajes más espectaculares de la isla. La situación ha sido denunciada por la Asociación de Vecinos de Es Cubells, que lleva años alertando del descontrol en Cala d’Hort y ahora teme que, sin soluciones, “el caos será peor que nunca”.
La paradoja es que, mientras se impide el acceso libre, empresas privadas ofrecen rutas exclusivas dentro del mismo entorno, consolidando un modelo de turismo de élite y pago en un espacio que hasta hace poco era gratuito. “Si no lo resolvemos con coherencia, acabaremos expulsando a los propios residentes de nuestros espacios”, advirtió el alcalde.