El conflicto laboral en el TIB (Transporte Público de Baleares) alcanzará este miércoles su tercera jornada de huelga, tras el rechazo de los sindicatos a la última propuesta económica de la patronal. La oferta de un nuevo convenio colectivo, que contemplaba un incremento salarial de entre el 8% y el 12% en cuatro años, ha sido considerada insuficiente por el sindicato SATI, convocante de las protestas.
Ambas partes confirman que no se ha producido ningún acercamiento y, por tanto, sigue en pie el paro de 24 horas programado para este miércoles. De no alcanzarse un acuerdo en los próximos días, la huelga podría convertirse en indefinida a partir del viernes, lo que supondría un golpe al transporte en plena temporada alta en las islas.
Alto seguimiento y tensión creciente
La movilización, que comenzó el pasado viernes 19 de julio, tuvo un seguimiento cercano al 80%, y estuvo marcada por incidentes puntuales, como el ataque a autobuses en Alcúdia, donde siete vehículos resultaron dañados por pedradas.
El paro del lunes se desarrolló sin incidentes y con el cumplimiento de los servicios mínimos fijados en el 60%, según los datos oficiales. No obstante, el seguimiento fue aún mayor, con un 93% de participación del personal.
“El seguimiento está siendo masivo y sostenido, lo que demuestra el malestar de la plantilla”, señalan desde SATI.
Posturas enfrentadas y negociaciones estancadas
Mientras los trabajadores reclaman mejoras salariales y laborales, las empresas concesionarias del TIB —una decena— argumentan que sus condiciones están sujetas a licitaciones públicas vigentes hasta 2030, y por tanto, con margen muy limitado para negociar subidas sin respaldo institucional.
La Conselleria de Trabajo ha mantenido contactos con ambas partes, sin que por ahora hayan dado fruto. La Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT) ha señalado que podría celebrarse una nueva reunión con el Govern este miércoles, aunque por el momento no se ha cursado ninguna convocatoria formal.
Amenaza sobre el transporte público en verano
El escenario actual deja al transporte público balear en una situación de inestabilidad crítica, justo en uno de los periodos de mayor demanda por la llegada masiva de turistas. La amenaza de una huelga indefinida a partir del viernes pone en riesgo la operatividad de la red de autobuses interurbanos, especialmente en rutas clave del área metropolitana de Palma y conexiones insulares.
La plantilla reclama una revisión de las condiciones laborales y salariales que, según denuncian, no se han actualizado de forma justa desde la última adjudicación.
“No podemos seguir trabajando con convenios que no reflejan la realidad de los costes de vida actuales ni el esfuerzo de la plantilla”, han expresado portavoces sindicales.













