Los cinco diputados díscolos de Vox se han retirado en silencio de la Mesa del Parlament en la reunión de este miércoles para tratar los informes de los letrados que le han devuelto su cargo a Gabriel Le Senne. Idoia Ribas, Sergio Rodríguez, Agustín Buades, Manuela Cañadas y María José Verdú se han ido sin contestar preguntas, solo dando una breve declaración sobre el futuro de esta facción.
«Comprenderán que el texto lo hemos conocido hace muy poco y, por tanto, lo que voy a hacer a partir de ahora es ponerlo en conocimiento de los miembros del resto del grupo parlamentario y no les puedo adelantar cuál será nuestra decisión. No se tomará ninguna decisión hasta que no hayamos podido estudiar en profundidad estos informes«, ha indicado Ribas, portavoz el Grupo Parlamentario.
Así, Vox ha vuelto a quedar dividido en dos facciones, los tránsfugas que han roto el bloque expulsando a Gabriel Le Senne y Patricia de Las Heras, presidenta de Vox Baleares, y del otro la central del partido político.
Quien sí ha hablado al retirarse fue Le Senne, quien ha reconocido que está dispuesto a una tregua con los diputados díscolos, a pesar de los problemas internos: «Por mi parte no guardo rencor a nadie y estoy abierto, como siempre, a lo que pida el partido. Todo se puede arreglar«.