Un grupo de inmigrantes recién llegados en patera a Formentera protagonizó durante la madrugada del miércoles una secuencia de ocupaciones ilegales y sustracción de alimentos y objetos personales, según ha confirmado la Guardia Civil.
Los hechos ocurrieron en la zona de Es Caló, donde varios jóvenes accedieron a al menos dos viviendas privadas, una de ellas rompiendo una ventana, y en otra ocupando la terraza para montar una fiesta que se prolongó más de una hora.
El suceso principal tuvo lugar entre las 04.00 y las 05.10 horas, cuando cuatro de los recién llegados —todos hombres de nacionalidad argelina— irrumpieron en una casa tras romper una ventana, y sustrajeron ropa, calzado y objetos personales antes de huir al ser sorprendidos por uno de los ocupantes.
El denunciante identificó a los autores por fotografías, lo que permitió su detención horas más tarde en Ibiza, ya bajo custodia de la Policía Nacional, responsable de los trámites de extranjería. Los detenidos pasaron este jueves a disposición judicial.
Fiesta improvisada en otra vivienda
La Guardia Civil ha confirmado que esa misma madrugada, otro grupo accedió a la terraza de otra casa cercana, donde consumieron alimentos y bebidas almacenados en el exterior del inmueble.
Aunque no se ha presentado denuncia formal por esta segunda ocupación, los agentes han documentado lo ocurrido a partir de las cámaras de seguridad de la propiedad.
El propietario de la vivienda, Toni Mayans, relató a IB3 Noticias que mientras dormía, varios jóvenes accedieron al espacio exterior de su casa, donde comieron y bebieron del nevero, sin necesidad de forzar puertas ni acceder al interior del inmueble.
En las imágenes se observa como los inmigrantes se distienden en su terraza: se quitan las chaquetas, los zapatos, dejan sus mochilas y otras pertenencias en cualquier sitio y montan una pequeña celebración allí.
Gambas, cervezas y fuego en la chimenea
En un ambiente distendido y festivo, el grupo, compuesto por jóvenes de entre 20 y 25 años, consumió cuatro cajas de gambas, latas de anchoas, cervezas, tónicas y otros aperitivos.
Algunos encendieron un hornillo y una chimenea de obra, preparando los alimentos y prolongando la reunión durante más de una hora.
Según las imágenes, los migrantes se tomaron numerosas selfies mostrando su felicidad por haber llegado sanos y salvos a la isla.
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