La Voz de Ibiza ha localizado el after hours interminable de Ibiza que lleva adelante este miércoles otro día consecutivo de fiesta clandestina en una villa de lujo ubicada en el municipio de Sant Josep con total impunidad.
Los promotores del evento han montado una discoteca diurna en una villa privada ubicada en suelo rústico, con cientos -tal vez miles- de asistentes en una villa de lujo. Todo bajo la organización de una empresa que no ha escatimado en logística, ni en personal.

Como vienen denunciando los vecinos de la zona, las fiestas comenzaron hace días con total impunidad, más allá de que el martes la Policía Local de Sant Josep desbarató el meeting point desde el que partían los transfer hacia el after hours que suele extenderse hasta las 20 horas.
Sin embargo, esta mañana han reactivado otro punto de encuentro, esta vez en el parking del Polideportivo de Can Guerxo en la zona de Sant Jordi. Antes de la ubicación definitiva, han manejado otros escenarios.
Desde allí durante todo el día han partido decenas de servicios de minibuses, VTC y vans rumbo a la fiesta que, según trascendió, tenía 2.600 reservas.
Estas fiestas clandestinas son comercializadas en las salas VIPs de las discotecas y a la salida de las mismas. Los asistentes compran la pulsera que les da acceso a la información y al evento, en el que hay música, comida y bebida.
A lo largo de esta tarde, el goteo de nuevos asistentes a la fiesta era incesante. Taxis, VTCs y vehículos privados llegaban hasta el punto de acceso al camino privado que da acceso a la villa después de recorrer kilómetros por alguno de los caminos de tierra que conducen hasta ese punto, un entramado de vías cuya tranquilidad se ha visto alterada por el trasiego de vehículos de los últimos días.
En sentido contrario, también eran numerosos los clientes que abandonaban el lugar.
Un despliegue impactante
El recóndito sitio se encuentra en la zona de es Cubells, por un camino de difícil acceso en el que cabe un solo coche. El hecho de que no haya muchos vecinos en los alrededores y de que no se escuchara la música ha facilitado que el negocio clandestino pueda operar con total normalidad.

El despliegue en la zona es impactante: tráfico constante de transfer, taxis, VTCs y coches, que cargan y descargan a asistentes.
La organización ha dispuesto varios vehículos en el perímetro exterior de la zona con el objetivo de poder avisar a la organización de la llegada de las fuerzas de seguridad. Son los que se conocen en el argot delictivo como los aguadores que utilizan los narcotraficantes.
En pleno camino público, varias personas de seguridad, auténticos armarios de casi dos metros y más de 100 kilos de peso, con acento del este tienen el camino cortado y preguntan a todo aquel que se dirige a la zona por sus intenciones.
Es como un portero de discoteca pero sin ser portero y sin haber discoteca.
Con total impunidad dirigen el tráfico.
Según ha podido saber La Voz de Ibiza, el Ayuntamiento de Sant Josep está al tanto de esta situación y estaría preparando una intervención.
Sigue leyendo:
-
El DJ Diplo recibe una multa histórica de 300.000 euros por una fiesta ilegal en Ibiza
-
Suspenden una fiesta ilegal en una cueva de Ibiza con 480 asistentes: las sanciones podrían llegar hasta 600.000 euros
-
Multa de 100.000 euros a empresa por fiesta ilegal en Formentera: vendían entradas a 80 euros pero alegaban que era una reunión privada
-
Un policía infiltrado en una “escuela de yoga” de Ibiza desmantela una fiesta ilegal: se pondrán multas de hasta 300.000 euros