Un dispositivo de bomberos procedente de Mallorca partió este martes hacia Ibiza para reforzar las tareas de emergencias ocasionadas por las fuertes lluvias.
Esta ayuda extraordinaria llega en paralelo al megadispositivo anunciado por el Govern balear, que contempla el despliegue de personal y recursos adicionales en la isla para paliar los efectos del temporal.
Qué es lo que lleva el dispositivo de Mallorca
El contingente desplazado incluye bomberos voluntarios, vehículos de intervención y equipos especializados para trabajos de achique, desagüe y control de inundaciones.
También forman parte del dispositivo técnicos y arquitectos que podrán evaluar los daños estructurales que el agua haya provocado en edificios, viviendas y equipamientos públicos.
Este refuerzo material y humano está pensado para integrarse de manera inmediata en las tareas de emergencia que ya desarrollan los servicios locales y la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Cómo se desplegará la ayuda extra en Ibiza
El equipo de Mallorca trabajará en coordinación con los bomberos de Ibiza, Protección Civil y la Policía Local, centrándose en los puntos más afectados por las lluvias.
Entre sus funciones principales está la liberación de accesos bloqueados y el apoyo en labores preventivas para evitar nuevos daños en caso de que persistan las precipitaciones.
Las actuaciones priorizarán áreas urbanas críticas, accesos a servicios esenciales y entornos residenciales que ya han sufrido incidencias en las últimas horas.
Por qué se tomó la decisión de enviar ayuda desde Mallorca
El envío de este dispositivo se produce tras la acumulación de incidencias en Ibiza, donde las lluvias torrenciales han superado la capacidad de respuesta de los recursos locales.
La magnitud de las afectaciones (inundaciones, cortes de vías y riesgo en infraestructuras básicas) llevó al Govern a activar refuerzos externos para garantizar una respuesta más amplia y rápida.
El director general de Emergencias del Govern balear, Rafel Bosch, confirmó que esta medida forma parte de la estrategia de contingencia diseñada para afrontar episodios meteorológicos extremos como el que ha golpeado la isla en los últimos días.