El destino de las 91.682 toneladas anuales de residuos generados en Ibiza se encuentra en el centro de un intenso debate entre la construcción de una incineradora en la isla o trasladarlos a Mallorca. El Consell de Ibiza mantiene abierto un proceso de participación ciudadana antes de tomar la trascendente decisión.
Trasladar la basura a Mallorca es, de hecho, la opción que respalda un informe que el propio Consell había encargado hace más de tres años a la empresa UXAMA y que forma parte de los documentos que ha hecho públicos como parte del período de participación ciudadana al respecto del debate sobre qué hacer con los residuos.
En el informe se concluye que el traslado de la basura a la planta de valorización energética de Mallorca es la opción más rentable, siempre que el Gobierno central subvencione el transporte. El traslado de los residuos demanda una logística no sencilla de garantizar y tiene asociados otros costos además de los económicos (como los sociales y ambientales).
Y, tal como avanzó La Voz de Ibiza, no evita que Ca na Putxa deba ser ampliado.
De todas maneras, nada de ello es ajeno a los operadores implicados en el necesario puente marítimo que se implantaría entre Ibiza y Mallorca, ya que el trasladado de basura por vía marítima hasta plantas de valorización es habitual. De hecho, Mallorca ha incinerado basura de Cataluña, Italia, Irlanda y Menorca en el pasado.
¿Cómo es realmente este traslado? ¿Qué tipo de barcos se utilizan? ¿Qué impacto económico y ambiental tiene el proceso?
Los camiones: el primer eslabón del transporte
El sistema de traslado comienza con los camiones especializados que recorrerán el trayecto entre el vertedero de Ca na Putxa y el muelle de carga del puerto de Ibiza. Existen dos tipos de vehículos empleados:
- Camión de fracción de rechazo: de 16 metros lineales de longitud y capacidad para 22 toneladas, tiene un coste de 55€/hora.
- Camión de material bioestabilizado: más pequeño, con 9 metros lineales y capacidad para 10 toneladas, y un coste de 50€/hora.
El informe estima que los camiones recorrerían una distancia terrestre de unos 15 kilómetros hasta el puerto, aunque la cifra exacta depende de la ubicación de las estaciones de transferencia.
Desde el punto de vista logístico, este trayecto no representa una dificultad significativa, ya que Ibiza cuenta con una red viaria que permite el acceso de estos vehículos pesados hasta el puerto sin mayores inconvenientes.

Transporte marítimo: buques Ro-Ro y costos
Una vez en el puerto de Ibiza, los camiones embarcarían en buques tipo «roll-on/roll-off» (Ro-Ro), utilizados en todo el mundo para el transporte de vehículos y carga rodada.
No está permitido que la basura viaje en barcos mixtos, de carga y pasaje, los que actualmente cubren la línea Ibiza-Palma como punto intermedio de las líneas entre el Levante (Denia o Valencia) y Mallorca.
En la actualidad no operan buques de este tipo, lo que obligaría a las navieras interesadas a introducir una nueva línea con un barco dimensionado a las particularidades del servicio.

La basura entre Ibiza y Formentera es trasladada en Ofiusa Nova de Formentera Cargo, empresa especializada en carga del grupo Insotel Marine Group. Este barco es exclusivamente de carga.

Estos camiones tienen las siguientes características:
- Carga directa: los camiones acceden directamente a las cubiertas del barco, lo que reduce el tiempo de manipulación de la carga.
- Mayor capacidad: pueden transportar decenas de camiones en cada viaje.
- Restricción de pasajeros: estos buques no pueden llevar personas a bordo, ya que están diseñados exclusivamente para mercancías.
El trayecto marítimo sería de 131 kilómetros (85 millas náuticas) entre Ibiza y el puerto de Palma, con una duración estimada de 3 horas.
El informe técnico destaca que el costo del transporte marítimo se estima en 70 euros por metro lineal de camión.
Esto significa que:
- Un camión de 16 metros paga 1.120 euros por trayecto.
- Un camión de 9 metros paga 630 euros por trayecto.
Aunque el informe no especifica la frecuencia con la que deberían viajar los buques, se indica la necesidad de trasladar 91.682 toneladas de residuos al año, lo que equivale a aproximadamente 250 toneladas diarias de media. Obviamente, la necesidad sería mucho mayor en temporada alta que durante el invierno.
Considerando que cada camión de fracción de rechazo tiene una capacidad de 22 toneladas, serían necesarios alrededor de 11-12 camiones diarios en el escenario en el que todos los residuos sean enviados a Mallorca. Por ello, sería lógico prever que los buques operen con salidas diarias.
Al llegar a Palma de Mallorca, los camiones recorrerían unos 12 kilómetros hasta la incineradora de Son Reus, operada por TIRME, donde los residuos serían valorizados energéticamente.
El recorrido completo de un camión se estima en 20 horas, según el informe.
¿Viajes de vuelta con mercancía? Una variable clave en los cálculos
Uno de los aspectos más llamativos del informe del Consell es que el coste total del transporte marítimo se divide entre dos, bajo la premisa de que los camiones no regresan vacíos, sino que aprovechan el viaje de vuelta para importar mercancías desde Mallorca.
Sin embargo, esta hipótesis requiere una verificación constante. En la práctica, no siempre hay mercancía suficiente para equilibrar la carga de retorno, lo que podría alterar el cálculo de costos y hacer que el traslado de residuos sea menos rentable de lo que indica el estudio.
Descartado el envío de la basura a granel
El informe contratado por el Consell de Ibiza en exposición pública no hace mención a la posibilidad de que la basura sea trasladada a granel, uno de los sistemas utilizados en casos similares, de lo que se deduce que este método está descartado por el impacto que tendría en la logística.
Y es que obligaría a utilizar buques específicos para este tipo de carga no compatibles con el transporte de mercaderías. Sería necesario apilar gran cantidad de basura para llenar un barco que, además, debería cubrir otras rutas para no estar altamente inutilizado.

Costos totales del sistema de transporte
Sumando el coste del transporte terrestre y marítimo, el presupuesto total asciende a 7,4 millones de euros anuales, desglosados de la siguiente manera:
- 4,9 millones de euros en transporte terrestre.
- 2,4 millones de euros en transporte marítimo.
Esto representa un coste de 43,53 euros por tonelada. En el caso de una subvención total del Gobierno central al transporte, esto significa un ahorro de 15,30 euros por tonelada en comparación con los 59,71 euros por tonelada que costaría incinerar los residuos en el vertedero de Ca na Putxa.
Según el informe, si la subvención fuera solo al transporte marítimo, sería 13,68 euros más caro que el tratamiento en el vertedero ibicenco.
Es por eso que el apoyo del Gobierno central puede ser clave para que el traslado sea algo sostenible en el tiempo.
Impacto ambiental: ¿es sostenible este sistema?
El informe también analiza la huella de carbono del transporte. Cada trayecto de camión genera 0,8748 kg de CO₂ por kilómetro recorrido, mientras que el transporte marítimo aporta 0,72 kg de CO₂ por kilómetro.
En conjunto, cada viaje genera 237,6 kg de CO₂. Si proyectamos esto a lo largo de 25 años, hablamos de más de 1,3 millones de toneladas de CO₂ liberadas a la atmósfera, un impacto considerable para un sistema que se presenta como una alternativa ecológica al vertedero.
¿Construir una incineradora en Ibiza?
Como alternativa, el Consell ha valorado la posibilidad de construir una incineradora en la isla. Sin embargo, esta opción enfrenta serios obstáculos:
- Coste de inversión: 151,8 millones de euros.
- Coste operativo: muy superior al de enviar la basura a Mallorca.
- Impacto ambiental: las emisiones de CO₂ serían mayores que las del transporte marítimo, debido a los procesos de combustión y al uso de materiales de construcción como hormigón y acero.
Un modelo viable, pero condicionado a las subvenciones
El estudio concluye que la opción de enviar los residuos a Mallorca es viable económicamente si el Estado financia parte del transporte. Sin ayudas, el coste podría hacer inviable el modelo.
Por ahora, los residuos siguen acumulándose en el vertedero de Ca Na Putxa, mientras la isla busca una solución definitiva.