El actor Adolfo Fernández falleció este viernes a los 67 años en su domicilio de Perales de Tajuña, en la Comunidad de Madrid, como consecuencia de un cáncer que arrastraba desde hacía años.
La noticia fue confirmada por El País y posteriormente por la Academia de Cine, que destacó su extensa y comprometida trayectoria artística. Tal y como había dejado expresado en vida, no se celebrará capilla ardiente ni funeral.
Una lucha silenciosa contra el cáncer
Fernández fue diagnosticado de cáncer hace más de una década, una enfermedad que le obligó a alejarse temporalmente de la interpretación.
Durante ese periodo optó por el silencio y la discreción, manteniendo su vida privada fuera del foco mediático. Tras superar la enfermedad, regresó a los escenarios en plena pandemia, en un momento especialmente delicado para el sector cultural.
Una carrera construida desde el compromiso
Nacido en Sevilla en 1958 y criado en Bilbao desde muy pequeño, Adolfo Fernández forjó una trayectoria marcada por la constancia y la seriedad profesional. Su prestigio se asentó en el trabajo, en la elección de personajes complejos y en una forma de interpretar ligada a textos con peso social y político.
La Academia de Cine recordó estos días su paso por títulos como Yoyes, Entre las piernas, El arte de morir o Todo es silencio, además de su vinculación activa con la institución.
El escenario como lugar de pertenencia
Aunque la televisión le dio una gran proyección popular, el teatro fue siempre el territorio donde se sintió más libre. En 2018 obtuvo el Premio Max a la mejor adaptación por En la orilla, basada en la novela de Rafael Chirbes, un reconocimiento que compartió con Ángel Solo.
A finales de los años ochenta comenzó también a dirigir, primero desde la Escuela de Teatro de Sestao y, más tarde, con la creación en 2002 de K Producciones, la compañía que fundó en Bilbao para desarrollar proyectos contemporáneos con una clara vocación crítica.
Sobre las tablas dejó trabajos muy reconocidos, tanto como intérprete como desde la dirección, en montajes como Testigo de cargo, Vida y muerte de Pier Paolo Pasolini, A Electra le sienta bien el luto, Frankie & Johnny o Martes de Carnaval, además de firmar propuestas como Ejecución hipotecaria o La flaqueza del bolchevique.
Un rostro reconocible en televisión y cine
El gran público lo identificó, sobre todo, por sus papeles en series de éxito. Fue protagonista en Policías, en el corazón de la calle, Los 80, tal como éramos y B&B, y en los últimos años participó en producciones como La noche más larga o Machos Alfa, ya en el entorno de las plataformas.
En cine trabajó con algunos de los directores más relevantes del panorama español, entre ellos José Luis Cuerda, Pedro Almodóvar, Iciar Bollaín, Mario Gas, Mariano Barroso, Daniel Monzón o Manuel Gómez Pereira. Una filmografía amplia y variada que refleja el respeto que despertaba dentro de la profesión.
El adiós a un actor discreto y esencial
El Teatro Bergidum y otras instituciones culturales han recordado a Fernández como un actor “riguroso, comprometido y profundamente enamorado del teatro”.
Su fallecimiento deja un vacío notable en la escena española, especialmente entre quienes valoraban una forma de interpretar basada en el oficio, la coherencia y la honestidad artística.
