Las cifras retratan una crisis que no cesa. En los primeros seis meses de 2025, al menos 1.967 personas han llegado en patera a las costas de Baleares, según el recuento de la agencia EFE basado en datos de la Delegación del Gobierno. 89 embarcaciones han sido interceptadas o localizadas en ese periodo, muchas de ellas en aguas próximas a Ibiza y Formentera.
Este domingo, 12 migrantes magrebíes fueron rescatados a ocho millas al sur de Ibiza. El operativo de Salvamento Marítimo se activó a las 5.08 horas, tras detectarse una embarcación en situación de riesgo. Los ocupantes fueron trasladados a tierra para su identificación y atención humanitaria.
Veinticuatro horas antes, el sábado 31 de mayo, apareció un cadáver en la costa de Formentera, el último de una serie de cuerpos sin vida hallados en el archipiélago desde enero. Según la información pública más reciente, al menos 15 cadáveres han sido recuperados hasta marzo. La cifra actual podría ser mayor, aunque no ha sido oficialmente actualizada por la Delegación del Gobierno.
Además, seis pateras siguen desaparecidas desde principios de año. Según fuentes oficiales, 85 personas permanecen en paradero desconocido, lo que ha elevado la preocupación institucional y humanitaria en la región.
Febrero marcó el pico de llegadas
El mes más crítico fue febrero, con 823 personas rescatadas en 40 embarcaciones, duplicando los registros del mismo mes en 2024. En enero, las autoridades contabilizaron 275 personas en 13 pateras. Estos dos primeros meses sumaron ya 1.098 migrantes, anticipando la magnitud del semestre.
En marzo y abril, el flujo bajó notablemente: 213 personas llegaron en total durante ambos meses, según se deduce del balance oficial del primer cuatrimestre (1.311 personas acumuladas hasta abril).
En mayo, sin embargo, las cifras volvieron a subir: llegaron al menos 400 personas, según datos del Govern balear y la Delegación del Gobierno, lo que posiciona a mayo como el segundo mes con más llegadas del año.
El 1 de junio, con 12 personas rescatadas en una sola patera, el balance semestral alcanzó los 1.967 migrantes.

Ibiza y Formentera, epicentro de la ruta
Las Pitiusas son el principal punto de llegada de embarcaciones procedentes del norte de África, especialmente desde Argelia. Su proximidad geográfica y los cambios en las rutas migratorias han convertido a Ibiza y Formentera en epicentro del fenómeno en el archipiélago.
La nueva modalidad de «taxis patera», pequeñas embarcaciones rápidas que desembarcan grupos de forma selectiva, ha sido detectada de forma recurrente. Cruz Roja alertó en febrero de esta práctica cada vez más extendida.
Los desembarcos suelen producirse en puntos como Cap des Falcó, es Codolar, Cala Saona o Cala Jondal, zonas de difícil vigilancia y acceso. La Guardia Civil, Policía Nacional y Salvamento Marítimo mantienen operativos activos en la zona, reforzados desde marzo.
15 muertos y al menos 85 desaparecidos
La tragedia humanitaria se mide también en vidas perdidas. Hasta mediados de marzo, se habían recuperado 15 cadáveres en playas de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera. Algunas víctimas fueron halladas en Cala Mesquida, Cala Deià y Arenals, otras sin identificación en zonas rocosas del sur de Formentera.
A esta cifra se suman las seis embarcaciones desaparecidas desde diciembre, en las que viajaban al menos 85 personas, según datos de la Delegación del Gobierno.
Las condiciones en las que cruzan el mar —sin GPS, con motores pequeños y sin combustible suficiente— hacen que muchas de estas embarcaciones nunca lleguen a puerto ni dejen rastro.
Recursos desbordados y peticiones a Europa
Semanas atrás, la presidenta del Govern balear, Marga Prohens, expresó públicamente su preocupación por la presión migratoria en las islas y reclamó apoyo institucional.
“En Baleares, como frontera sur, no podemos afrontar solos un fenómeno que no solo compromete la seguridad de nuestras fronteras sino también nuestros recursos humanos y materiales”, afirmó el pasado 9 de mayo durante un acto institucional en Palma.
Además, en enero, advirtió que los centros de acogida de menores migrantes en las islas estaban saturados al 850% de su capacidad y señaló que Baleares no estaba en disposición de acoger más menores migrantes derivados desde otras comunidades autónomas.
A raíz del incremento de llegadas en los primeros meses de 2025, el Govern y los consells insulares solicitaron también una reunión con la Unión Europea para abordar la situación desde una perspectiva comunitaria.
Comparativa con 2024
Durante todo el año 2024, llegaron a Baleares 5.882 personas por vía marítima. Con 1.967 migrantes en el primer semestre de 2025, la cifra actual representa aproximadamente un tercio del total del año pasado.
No obstante, el incremento fue muy marcado en el primer cuatrimestre: entre enero y abril de 2025, llegaron 1.311 personas, frente a 687 en el mismo periodo de 2024, lo que supone un aumento del 90% interanual en ese tramo.
A pesar de ese arranque, el ritmo se ha estabilizado desde entonces, y no hay indicios actuales de que 2025 supere las cifras de 2024, salvo que se produzca un nuevo repunte durante el verano.
Crecimiento sin precedentes
La inmigración irregular por vía marítima se disparó en Baleares durante 2024, con un incremento del 158,3 % respecto al año anterior, hasta alcanzar las 5.882 personas, más del doble de las registradas en 2022, que hasta entonces había sido el máximo histórico con 2.668 llegadas.
Así lo indica el Informe Anual de Seguridad Nacional 2024, al que tuvo acceso EFE, y que identifica las principales amenazas y desafíos para la seguridad del Estado. En el capítulo dedicado a los flujos migratorios, el documento señala que 2024 fue el año con mayor número de llegadas irregulares por mar a España desde que existen registros, con un total de 61.372 personas.
El informe también detalla cifras récord para el archipiélago canario, que recibió más de 46.843 migrantes, y destaca el aumento de personas procedentes de Malí en esta ruta, así como el papel creciente de Mauritania como punto clave de salida hacia las costas españolas.
Vigilancia reforzada ante el verano
Las autoridades mantienen un despliegue reforzado ante la previsión de nuevas llegadas con la mejora del tiempo y el incremento de la actividad de las mafias que operan desde Argelia.
La vigilancia se concentra en zonas costeras críticas de las Pitiusas, mientras los servicios humanitarios trabajan al límite para asistir a las personas que alcanzan tierra.
Baleares encara el verano con una presión migratoria sin precedentes en el arranque del año, y con el desafío de gestionar la dimensión humana, política y logística de un fenómeno que no cesa.